Agencias / Madrid
Miles de personas acudieron ayer al desfile militar del 12 de octubre que se celebra con motivo de la Fiesta Nacional en Madrid en una jornada deslucida por la lluvia, que hizo que se anulara la exhibición aérea y marcada por los gestos, ya que fue la primera vez que la Princesa de Asturias se sentaba a la derecha de su padre, como símbolo de sucesión.
Este acto central reunió a una amplia representación de las autoridades del Estado y partidos políticos. Encabezado por Pedro Sánchez, estuvo el Gobierno prácticamente al completo. De hecho, el presidente tuvo que enfrentarse a los gritos de varias mujeres que le llamaban «okupa» y que le pedían la convocatoria de elecciones.
La mayor presencia femenina en el desfile fue significativa al cumplirse 30 años desde que las mujeres accedieron por vez primera a las Fuerzas Armadas. Y también por su aniversario se mostraron las seis banderas históricas de España que conmemoran el 175 aniversario de la rojigualda, pertenecientes a los reinados de Felipe IV, Carlos III, Carlos IV, Isabel II, Alfonso XII y Juan Carlos I.
Con la anécdota del malentendido de protocolo que situó por unos instantes al presidente del Gobierno y su esposa junto a los Reyes en la línea de saludo a los invitados en el Palacio Real se abría una recepción que comenzó puntualmente a las previstas 13,15 horas, después de que Don Felipe y Doña Letizia, que entraron unos minutos antes en el Salón del Trono, aprovecharan la espera para asomarse a uno de los balcones de la sala que se abren a la Plaza de la Armería del Palacio.
Además de los ministros del gabinete de Sánchez -acudido todos menos los titulares de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Fomento, José Luis Ábalos-, estrenaron sus nuevos cargos en este evento el presidente del PP, Pablo Casado; la fiscal general del Estado, María José Segarra, y la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega.
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, el duque de Alba, la historiadora Carmen Iglesias y la investigadora Margarita Salas compartieron espacio en el comedor de gala con los ponentes de la Constitución José Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, en una recepción a la que también fueron, por ejemplo, Hombres G.