La pobreza infantil se dispara en los hogares monoparentales

Agencias
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Más de la mitad de los menores que viven con madres solas en España están en situación de exclusión social, con problemas para seguir una dieta equilibrada o poder comprar fármacos

La pobreza en la población infantil en España llegó al cierre del año pasado al 41 por ciento de los menores, sin embargo, cuando se trata de aquellos niños que viven solo con sus madres la tasa está 12,5 puntos por encima, es decir, el 54 por ciento de los hijos de hogares monoparentales son pobres. En la cuarta parte de los casos se trata de una situación severa. 
Así se desprende del informe de Save The Children Más solas que nunca, un trabajo con datos de Foessa y el Instituto Nacional de Estadística que aborda la realidad del cerca de millón y medio de hogares formados por madres solas con sus hijos que hay en España, el 82 por ciento del total de familias monoparentales. 
Según las conclusiones presentadas por el director de la ONG, Andrés Conde, y su directora de  Políticas de Infancia, Ana Sastre, más de la mitad de estas mujeres están en paro, una de cada dos tiene también problemas de vivienda por impagos o riesgo de desahucio y la cuarta parte ha dejado ya de comprar medicinas o seguir tratamientos por falta de dinero. Hasta un tercio vive en situación de exclusión sanitaria. 
«La pobreza infantil cuando la madre está en paro afecta a tres de cada cuatro niños, pero sorprende negativamente que aunque trabaje, más de la mitad de los pequeños sigue estando en situación de pobreza. Es como si irremediablemente la identificación de trabajadora pobre se adhiriese a la mujer que encabeza el hogar monoparental», afirma Save The Children. 
Además, el 40 por ciento de estas féminas no puede caldear la casa en invierno y no tiene dinero suficiente para los gastos de la vivienda, que en un tercio de los casos está en un barrio marginal. De hecho, el número de mujeres que ha tenido que regresar a vivir a casa de sus padres duplica al del total de hogares monoparentales y la situación se está agravando. Así, cuatro de cada 10 consideran que su nivel de vida había empeorado mucho durante el último año. 
Las consecuencias para sus hijos son importantes. El 21 por ciento de estos niños no puede permitirse tener unas gafas y el 30 por ciento no puede seguir un tratamiento especializado. El 68 por ciento de estas familias ha necesitado reducir gastos relacionados con la alimentación y más de una de cada cuatro no siguen una dieta equilibrada.
 
Abandono escolar.
 
El documento también alerta de que estas circunstancias de pobreza «pueden ocasionar en los niños desde problemas de malnutrición a psicológicos que, entre otras consecuencias, pueden incidir en su rendimiento escolar», e insiste en que «no son pocos los menores que, a consecuencia de estos inconvenientes, tengan dificultades académicas y abandono escolar». 
La pobreza en casa repercute asimismo en su integración, pues casi la mitad de estos niños se encuentra en situación de exclusión social, frente al 25,1 por ciento de la población general. 
Conforme detalla la investigación de Save The Children, en muchos casos, no hay red de apoyo que solvente esta situación pues el 36 por ciento de las madres solas no tienen a quién recurrir. Eso repercute también en su salud, más de la mitad han tenido depresiones o crisis de ansiedad. 
«El hecho de que los porcentajes de exclusión en estos hogares sean más elevados se debe a que la madre no solo debe hacer frente a responsabilidades por partida doble, sino también a una falta de apoyo», explica.