Jorge Molist vuelve a narrar la Edad Media. Sitúa sus ojos en el Aragón del siglo XIII y devuelve a la vida a dos personajes, el rey Pedro III y su joven esposa Constanza, que no van a dejar al lector indiferente. La espera ha merecido la pena.

El retorno de Jorge Molist, ¿qué tal acogida está teniendo ‘Canción de Sangre y Oro’?

Muy buena. Estoy muy contento. Uno piensa que después de cinco años sin publicar le habrán olvidado, pero no, mira; ahí están los lectores.

¿Es su mejor trabajo hasta la fecha?

Creo que, si no lo es, es uno de los mejores. Estoy muy satisfecho. E invertido mucho tiempo investigando. Son unos hechos que yo considero sorprendentes y apasionantes, que son reales y que están en nuestra historia, y que deberíamos conocer. Tenemos héroes en casa que merecen ser reconocidos.

En España siempre nos pasa un poco eso, que tenemos como un complejo de inferioridad respecto a lo nuestro y siempre nos fijamos antes en lo de fuera.

Exacto. Sabemos más sobre Robin Hood o Ricardo Corazón de León… pero en la historia que yo cuento hay gente que la da mil vueltas a Robin Hood, y un rey (Pedro III) que, desde luego, es mucho más listo que Ricardo Corazón de León.

Ha tardado cinco años en publicar de nuevo, ¿todo ese periodo lo ha invertido en ‘Canción de Sangre y Oro’?

No. También he estado viviendo parte de mi vida, que también es importante. Pero sí, gran parte de ese tiempo ha sido investigando. Porque he tenido acceso a gran cantidad información y muy precisa. El gran planteamiento de esto es que no es un ensayo, es una novela. Por lo tanto hay que hacer también una narración muy atractiva para el lector. Por mucho que sean hechos reales hay que lograr que el lector se enganche y que termine disfrutando de su lectura.

¿El proceso de investigación ha sido duro?

Hay gran cantidad de información sobre la época, pero está desorganizada y dispersa en muchos lugares. El tema surgió leyendo un trabajo de un historiador inglés en el que de pronto aparecen unos hechos y unas personas de nuestra historia patria que desconozco, de los que nunca he oído hablar. Y eso me encanta, me fascina, y a partir de ahí pienso que al lector también le va a gustar. Luego toca leer mucha crónica de la época, viajar a los lugares e investigar. Mucho tiempo. Pero un tiempo fructífero.

¿Cómo afronta la elaboración de una novela?

Tiene que ser un tema que me apasione, que me toque la fibra del corazón, porque así puedo transmitir esos sentimientos y esas emociones. En esta última novela, del siglo XIII, estamos hablando de personajes femeninos muy potentes. Empezamos con Constanza, esa niña de 13 años obligada a casarse con un hombre que no conoce, que debe abandonar su hogar, su familia y viajar a un lugar lejano y que luego llegó a ser una gran reina, y que nos cuenta en primera persona su experiencia, lo que piensa de su boda, de su noche de bodas… Además, al margen de Constanza, hay otra serie de personajes femeninos que hoy en día me sorprenden porque dejaron una huella en la historia muy importante.

Para nada el papel de la mujer relegado a un segundo plano histórico.

Lo que pasa es que hay una tendencia de los historiadores por olvidarlas. Pero están ahí, y te las encuentras. Mira por ejemplo el caso de una madre coraje de siglo XIII que es capaz de cruzar Italia entera, muy turbulenta en esa época, intentando salvar la vida de su hijo condenado a muerte injustamente. U otra mujer que luchaba con armas de hombre al frente de sus caballeros y luego era una campeona de ajedrez. Demostraba que era tan astuta o más que un hombre, y luego en el salón imponía sus ‘armas de mujer’ para seducir a la gente. Todos esos personajes han existido y están en la novela.

¿Estamos en el mejor momento de la novela histórica?

Creo que la novela historia se mueve en ciclos y siempre ha estado ahí. Ahora estamos en un momento importante. Pero desde el primer momento en el que hay novela es histórica, no tienes más que ver ‘Ilíada’.

Qué prefiere Jorge Molist como lector, ¿novela o ensayo?

A mí me toca leer mucho ensayo, pero la novela histórica me encanta. ‘El nombre de la rosa’ es para mí la gran novela histórica.

¿Su obra ‘Canción de Sangre y Oro’ es algún guiño o pura coincidencia con ‘Canción de Hielo y Fuego’ las novelas de la exitosa serie ‘Juego de Tronos’?

Es coincidencia. El título se refiere por un lado a una ‘canción’, ya que el protagonista es un rey, pero también es un trovador, y su esposa, Constanza, es una artista excelente, y ambos se comunicaban a través de las canciones. Y ‘sangre y oro’ viene en relación a la leyenda del escudo de Aragón. Las cuatro barras de sangre sobre un escudo de oro. De ahí viene el título. En realidad estoy contando una epopeya aragonesa que luego pasó a ser una epopeya española.

Otra prueba de que España tiene mejores argumentos e historias.

Hay personajes extraordinarios. La historia de los Almogávares nadie la sabe. En Grecia hubo unos ducados que hicieron que Atenas fuera española durante 100 años. Y de eso se sabe bien poco,

Como gran conocedor de la historia, ¿que le parecen los problemas actuales de Cataluña?

Personalmente me disgustan. Han creado enfrentamiento, confrontación e infelicidad. Con todo, enfrentamiento ha habido en todos los momentos de la historia de España, no solo ahora, y yo creo que, como ya ha sucedido también, se superarán.

Corríjame si me equivoco pero, Toledo no está presente en sus obras.

Tengo una deuda con Toledo. Fui finalista con ‘El anillo, la herencia del último templario (2004)’ y luego ganador del premio Alfonso X El Sabio de novela histórica con ‘La reina oculta (2007)’. En esa última novela sale un personaje que es el hijo de Jaime I el conquistador, que era arzobispo de Toledo.

¿Qué es lo que le gusta de Toledo como ciudad y cuál es la historia o mito que más le cautiva?

Toledo me gusta de arriba a abajo. Desde la parte judía hasta la catedral, el greco, el entierro del conde de Orgaz... me es difícil quedarme con algo. Además, Toledo tiene grandes leyendas, pero el aspecto visigodo me fascina mucho.

Cuales son sus futuros proyectos, ¿nos va a hacer esperar otros cinco años?

Esta vez no. He encontrado una época fascinante, con unos personajes fascinantes y creo que voy a continuar. Tengo mucho en cuanto a documentación y me voy a quedar de momento, en el Mediterráneo. No voy a Toledo... de momento.