Notificadas las alegaciones al proyecto, y tal y como adelantó La Tribuna, el Consejo de Gobierno de la Junta de Comunidades procedió ayer a aprobar el nuevo pliego de condiciones de las obras del hospital del Polígono, el bautizado como Hospital General Universitario de Toledo.

El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, fue el encargado de desvelar algunas de las novedades del pliego en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, atreviéndose incluso a marcar una fecha para el comienzo de las obras definitivas.

«En los primeros meses de 2015», afirmó el máximo responsable de la sanidad regional sobre la reanudación de los trabajos de un hospital que se proyectó en 2005 y cuyas obras arrancaron en 2007 para, en los tres años siguientes, quedar ejecutado el 34% de las obras y parado por problemas de impago a los trabajadores de la UTE adjudicataria a finales de 2010. Con casi un año sin avanzar en los trabajos, la llegada del PP al Gobierno regional paralizó el proyecto para «reorganizarlo y racionalizarlo», minimizando algunas de sus cifras megalómanas iniciales sin restar funcionalidad al edificio. Un largo proceso que ya tiene luz verde.

Ahora, una vez se publique el pliego, las empresas interesadas en optar a terminar de construir el edificio tendrán un plazo de 52 días para presentar sus ofertas.

La adjudicataria se encargará, además de levantar el edificio, de su mantenimiento bajo la fórmula de la gestión público-privada, externalizando alguno de los servicios no asistenciales, como la limpieza o la seguridad. Un método que el propio Echániz recordó que es «práctica habitual en los últimos años» y que ya se empleó en la región en la anterior etapa socialista en centros como el de Almansa o Puertollano.

 La inversión en obra de este centro hospitalario será, según adelantó ayer Echániz, de 157 millones de euros. Hasta la fecha, confirmó el consejero de Sanidad, se han invertido 103 millones en obras y terrenos, para una superficie útil de 224.000 metros cuadrados; 38.000 m2 menos de lo que en un principio barajó el propio PP (262.000 m2) y 138.000 menos de lo proyectado en su origen por el PSOE.

Respecto a la obra ya realizada, Echániz destacó que «el esqueleto se va a aprovechar» porque este Gobierno «no se puede permitir el lujo de desperdiciar ni un solo céntimo de ladrillo», y aunque ha adelantado que se completará la estructura actual ha dicho que de ella se aprovechará «el 80 por ciento», «y el resto en el futuro con otros usos» que se irán ampliando según aparezcan «nuevas oportunidades de investigación o docencia».

El ahorro es más que significativo y se ha logrado, además de bajando la superficie, suprimiendo acabados ejecutados con materiales, como el azulejo portugués, caro y totalmente prescindible en una provincia con gran tradición cerámica.

Aunque reduzca dimensiones y se prescinda de lujos innecesarios, el hospital contará con las últimas tecnologías en atención al paciente y será, según Echániz, «un hospital excelente a la altura de los mejores del país».

Todo el proceso para que el nuevo hospital pueda retomarse  ha sido «largo y farragoso», según Echániz, que ha recalcado que el actual Gobierno regional se ha encargado «de recuperar la confianza y sacar adelante el proyecto».

«Ha sido un proceso largo, en el que ha habido que buscar financiación, ya que hasta ahora no había dinero ni nadie confiaba en nosotros», manifestó Echániz para sentenciar que «la solvencia del Gobierno de Cospedal ha permitido reanudar las obras».

Novedades. Entrando en detalles de lo que puede contener el nuevo pliego, entre las novedades que presenta el nuevo hospital de Toledo destaca «la hospitalización psiquiátrica de agudos, con la que conseguiremos que estos pacientes sean tratados de forma integral de las patologías que suelen tener asociadas».

Otra de las novedades recogidas en el anteproyecto es el Hospital de Día Pediátrico, con el que se logrará reducir la estancia de los niños en el hospital, «algo comprobado en distintas experiencias a nivel nacional». Con este objetivo contará con 11 boxes que realizarían una actividad de al menos 1.500 procedimientos tanto médicos como quirúrgicos. También se incorporará la especialidad de cirugía torácica, «la única especialidad quirúrgica con la que hasta el momento no contaba Toledo».

En cuanto al área de hospitalización, el titular de Sanidad y Asuntos Sociales ha explicado que ésta tendrá 760 camas. Este número se completa con la red de los otros tres hospitales de la ciudad. En total el Complejo Sanitario de Toledo contará con 1.095 camas.

La redacción del nuevo pliego ha contado con la opinión de profesionales sanitarios, de cara a sacar el mayor partido y utilidad al edificio.

 La apertura del nuevo hospital de Toledo supondrá, cuando finalicen las obras, el traslado de los profesionales del Virgen de la Salud al nuevo centro. Todos los profesionales, tanto los sanitarios como los no sanitarios, podrán mantener su condición de empleados públicos, aunque los últimos dependerán funcionalmente de la empresa concesionaria.