Los esfuerzos de los equipos de rescate no cesan sus trabajos en la zona afectada por la grave tormenta que golpeó el pasado martes el nordeste de la isla de Mallorca con el objetivo primordial de localizar al niño a Artur, desaparecido en la riada cuando viajaba en un vehículo con su madre, que falleció, y una hermana que logró salvarse. Si bien en un principio se dijo que el pequeño tenía cinco años, sin embargo, la familia confirmó ayer que había cumplido ocho.

Nadie arroja la toalla en los trabajos de rescate del menor, especialmente después de que el pasado jueves fuera localizada su mochila cerca de la rotonda de Son Carrió, próxima a la zona donde fue localizado el cadáver de su madre y después de que los objetos hayan sido reconocidos por los suyos.

Unos mil voluntarios repartidos por la Comarca de Llevant de Mallorca trabajaban en la localidad de Sant Llorenç des Cardassar, el principal municipio afectado y otros 100 voluntarios fueron destinados a la limpieza en la zona de la Playa de Canyamel para recuperar todos los objetos que se encuentren y si hubiera más víctimas. 

La consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, destacó que debido a este gran volumen de voluntarios la llegada de la ayuda se tuvo que «dosificar», por lo que pidió «comprensión» a todas las personas que deseaban colaborar. 

La dirigente socialista informó que hay equipos de técnicos trabajando sobre el terreno para evaluar los daños y poder cuantificar las ayudas que Baleares solicitará al Estado. También recordó que hoy se activará una ventanilla única para la administración de las ayudas: «Hoy va a empezar de forma más intensa la fase de reconstrucción del municipio».

Ante esta tragedia, los Reyes, Felipe VI y Doña Letizia, visitaron la zona arrasada por el temporal, justo después de haber presidido el desfile de la Fiesta Nacional. 

Así, el Monarca manifestó su «enorme orgullo» por la solidaridad «impresionante» que vio durante su visita a Sant Llorenç des Cardassar: «Nos vamos con una imagen muy positiva de la capacidad de solidaridad impresionante de tanta gente que se ha agolpado aquí». 

  Además, el monarca afirmó que con su visita al puesto de mando ha comprobado cómo el «esfuerzo inmediato» se ha «visto muy bien plasmado». Asimismo, confió en que haya pronto «ayuda» para que los afectados «recuperen la normalidad». 

Durante la visita, los Reyes conversaron con los vecinos que les esperaban en las calles y pudieron ver en primera persona el interior de varias viviendas afectadas. 

La tromba de agua que golpeó la zona oriental de la isla de 870.000 habitantes cubrió de barro el pueblo y arrastró decenas de vehículos, algunos de ellos con personas dentro que fallecieron ahogadas. 

La cifra de muertes confirmadas por el Gobierno balear se elevó a 12, de los que siete son hombres y cinco mujeres. Entre las víctimas hay tres alemanes, dos británicos y una holandesa. Los equipos de rescate temen que pueda haber personas cuya desaparición no se denunció aún, por lo que no descartan más fallecimientos.