Los tres grupos políticos municipales aprobaron ayer por unanimidad el convenio de permuta de terreno cuya finalidad es preservar libre de edificaciones el entorno de la basílica del Cristo de la Vega trasladando los derechos de construcción a otra parcela situada en el Polígono por medio de una modificación del Plan de Ordenación Municipal.

El concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, ha explicado que el convenio del Cristo de la Vega se plantea como una operación a tres bandas. Por un lado, se acuerda la permuta de las propiedades que el agente urbanizador tiene en el Cristo de la Vega por otras de titularidad de la Junta en el Polígono. Por su parte, el Ayuntamiento se compromete a realizar en el POM las modificaciones necesarias sobre los aprovechamientos, que se pasan al sector  de Ramabujas (plan parcial 19)

De esta forma, «damos solución a una parte del problema de la Vega Baja, que son los aprovechamientos urbanísticos», ha manifestado Javier Nicolás, quien ha asegurado que, con esta operación, se pueden desarrollar las actividades previstas por el Plan Director de la Vega Baja.

Por su parte, Aurelio San Emeterio, portavoz de Izquierda Unida, coincide en que el convenio da «un paso» para resolución de un problema «heredado» de anteriores legislaturas y espera que sirva para crear un gran espacio cultural en torno a la Vega Baja.

La operación consiste en que el suelo del Polígono de propiedad regional que se va a entregar como moneda de cambio recibirá la transferencia del aprovechamiento (capacidad para 98 pisos) al que tenía derecho el solar del Cristo de la Vega.

Aunque el rescate de los derechos urbanísticos se hace a través de Ramabujas la Junta tiene potestad para entregar cualquier «parcela o parcelas de uso residencial» de Santa María de Benquerencia en general, con el recordatorio de que allí sólo se puede promover vivienda sujeta a algún tipo de protección pública.