Estos últimos días de agosto suelen ser una de las peores épocas del año en lo que a incendios forestales se refiere. La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM)  hace esta afirmación por varios motivos. Por un lado, quedan ya muy lejanas las lluvias de primavera y el campo y los montes muestran una gran sequedad. Además, los árboles no cuentan con altos valores de humedad de otras fechas y la leña y los restos de cortas que se encuentran en el monte también se muestran muy secos. Es época también de cosecha de cereales y girasol por lo que hay máquinas trabajando bajo altas temperaturas. Un ejemplo de lo peligroso que es trabajar con máquinas en plena etapa estival se vivió el pasado mes de julio en Almorox (Toledo). Esta localidad toledana, cercana a la Comunidad de Madrid, fue ‘atacada’ por un incendio provocado por una máquina limpiadora de cunetas. El fuego afectó a un perímetro de unas 1.400 hectáreas.

La Asociación regional de Agentes Medioambientales reconoce que muchos ciudadanos disfrutan, y no siempre bajo buenas condiciones de seguridad, de la naturaleza y eso conlleva riesgos.

Por eso, porque las condiciones meteorológicas son favorables a la propagación del fuego, es el momento -señalan desde la Asociación- de extremar la precaución para poder prevenir los incendios forestales, de los que la mayoría son provocados directa o indirectamente por el ser humano.

Sencillos consejos prácticos. Así, desde la APAM exponen una serie de sencillos consejos prácticos para prevenir incendios forestales en los montes y bosques de la comunidad autónoma. El primero de ellos es no utilizar fuego en el medio natural durante la época comprendida entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, ni tan siquiera en áreas recreativas con barbacoas de obra. Tampoco fuera de esa época cuando las condiciones lo desaconsejen. «Sin fuego no hay incendio», alertan desde la Asociación.

Un fatídico ejemplo del peligro que conlleva emplear fuego en días de fuerte calor tuvo lugar el 16 de julio de 2005. Ese día nueve personas (tres de ellos acusados posteriormente por la justicia) fueron a visitar el paraje de la Cueva de los Casares, en la Riba de Saelices (Guadalajara) para, posteriormente, preparar una comida de carne a la brasa utilizando las barbacoas de obra instaladas en dicho paraje. El único finalmente condenado por un tribunal, Marcelino H.S., actuó -según el juez- sin adoptar las medidas de precaución necesarias para prevenir la propagación del fuego porque no lo vigiló de forma rigurosa y así una brasa prendió la hierba seca. El incendio de la Riba de Saelices causó la muerte de once forestales y arrasó 13.000 hectáreas.

El segundo de los consejos que ofrece la Asociación de Agentes Medioambientales es que si se va a utilizar maquinaria que pueda producir chispas, como una radial o una motosierra, en zonas forestales o dentro de la franja de 400 metros que la rodea, se haga siempre con permiso y en días de viento, asegurando que la maquinaria se encuentre en buen estado de mantenimiento. No olvidar, añaden, tener cerca una provisión de agua y/o un extintor ante un posible incendio.

El tercer consejo es no fumar en el monte ni arrojar colillas en lugares donde exista vegetación seca. Asimismo, recuerdan que la Dirección General de Tráfico prohibe tirar colillas desde los vehículos.

No abandonar residuos en el monte es el cuarto consejo que da la APAM. «Igual que los trajiste, puedes llevártelos para depositarlos en el contenedor adecuado».

Si se accede al medio natural en vehículo, se debe evitar aparcar en zonas cubiertas de pasto, ya que el catalizador y el tubo de escape alcanzan temperaturas altísimas y pueden provocar un incendio al entrar en contacto con la vegetación.

El peligro de vivir en el campo. Otro consejo es que si tu vivienda se encuentra en el campo o forma parte de un conjunto de viviendas inmersas en terreno forestal, es importante proyectar una mínima infraestructura contra incendios (el llamado Plan de Defensa). Se debe dejar una franja perimetral alrededor de la zona urbanizada libre de vegetación, contar con depósitos de agua con tomas para los medios de extinción, colocar las barbacoas dentro de la parcela de la vivienda y no en el punto del perímetro y a ser posible de obra y provistas con dispositivo anti-chispas.

El séptimo consejo es realizar una labor de concienciación: si se ven actitudes irresponsables en otros usuarios del monte, se les debe de advertir del peligro y hacerle saber estos consejos.

El octavo consejo de la Asociación es que se mantenga una actitud vigilante cuando se va al monte. «Con tu observación puedes evitar acciones o situaciones que puedan provocar incendios, como la aparición de vertederos ilegales o puntos de vertidos en el monte. Avisa a los agentes medioambientales a través del 112 en caso de observar actitudes o situaciones peligrosas». En caso de incendio es importante facilitar a los equipos de emergencia todos los datos que le sean solicitados sobre la situación que se esté observando.

La APAM aconseja también el uso de la ‘prevención pasiva’, es decir, exigir a los gobernantes mayores recursos económicos para invertir en prevención de incendios, labores selvícolas que, en caso de incendio, frenarán el avance de las llamas. Además, generan puestos de trabajo en el medio rural.

El último consejo que da la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha es intentar apagar el fuero SOLO si es incipiente. «Cuando te encuentres cerca de un incendio evita vaguadas y zonas con acumulación de vegetación, camina en contra de la dirección del viento, nunca ladera arriba y, si es posible, acércate a zonas ya quemadas. Piscinas, arroyos o zonas rocosas también pueden ayudarte a librarte del fuego».

Por último, recuerdan que en caso de incendio forestal se llame al 112 y se reclame la presencia de los agentes medioambientales.