Un semáforo de quita y pon

J.S.
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Los dos semáforos incluidos en el proyecto del paseo peatonal de Safont han sido retirados tres días después de su instalación

Las obras de conexión peatonal entre la estación de autobuses y el remonte mecánico de Safont han deparado esta semana una sorpresa: la instalación este lunes de dos semáforos que ya han sido retirados y cuya fugacidad ha llamado la atención de quienes circulan a diario por la calle Carrera.

Los conductores que salen de la rotonda de Azarquiel dirección al Casco y los que descienden por esta transitada vía dirección a Santa Bárbara se encontraron el pasado lunes con dos nuevos semáforos, uno en cada sentido, incluidos en el proyecto inicial de remodelación de esta zona de la ciudad y que estaba previsto que contaran con pulsadores para poder funcionar a demanda de los peatones. Ambas señales luminosas de regulación del tráfico, que iban a quedar integradas en el sistema municipal de gestión de tráfico que se controla desde la sala Turriano, estaban a una decena de metros de otros dos semáforos que se encuentran en la misma calle, lo que entorpecía aún más la circulación de vehículos por esta transitada calle de la ciudad, especialmente en hora punta.

La instalación y posterior retirada de ambos semáforos está relacionada con las obras que llevan varios meses ejecutándose y que han servido para eliminar el aparcamiento de autobuses turísticos con el objetivo de ganar un espacio peatonal para la ciudad donde poder realizar actividades lúdicas y culturales. Una zona que servirá además de hall de entrada al nuevo recinto del ferial de Safont, que el Ayuntamiento, en su primera fase, acaba de licitar.

  El proyecto de conexión peatonal de la estación de autobuses con la ronda del Granadal y las escaleras mecánicas busca comunicar la zona a pie, algo imposible ahora, y la creación de una gran plaza diáfana de más de mil metros cuadrados con una fuente a ras del suelo, carente de barreras arquitectónicas, y cuyos chorros de agua surgen desde el suelo hacia arriba. Además sus creadores la han diseñado como foro de acogida de los visitantes de la ciudad, que lleguen tanto por la estación de ferrocarril como por la de autobuses. El espacio se dividirá en tres amplias zonas con un doble bordillo de granito entre ellas. El acceso a la plaza se efectuará por los dos extremos norte y sur para permitir su conexión con las calles del entorno a través de dos rampas de pendiente reducida.