Álvaro Guimaré anota 'in extremis' y el Amibal regresa con victoria

César Martín
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Triunfo ajustado ante un Córdoba que agarrotó a los azulones con su defensa abierta, pero que sucumbió en un final de película

Álvaro Guimaré anota ‘in extremis’ y el Amibal regresa con victoria - Foto: Yolanda Lancha

En mitad de la locura, la histeria y el dramatismo, hubo dos segundos de lucidez. Con empate a 28 en el marcador, Mikel Unanue sacó de banda justo donde nadie lo esperaba, al otro lado de la pista, y allí apareció Álvaro Guimaré para anotar, sobre la vocina, un tanto que valió por el triunfo más agónico de los que se recuerdan en el pabellón Javier Lozano Cid.

Un gol que puede significar el  amanecer del Beatriz Hoteles Amibal, que regresó a la competición con una victoria más que deseada. Pero hubo que trabajar y sufrir para conseguirla porque los azulones no supieron empujar a su rival, el Córdoba, cuando éste se encontraba al borde del precipicio. En cambio, si lo hubieran hecho, el público se habría quedado sin cinco minutos finales dignos de una película ‘hollywoodiense’.

 Pero para no centrarse en el final, mejor empezar por el principio. El inicio del choque sólo dejó un lunar, la lesión en el tobillo del extremo Maxi Ferro que le impidió acabar el partido. En cuanto al marcador, el Amibal fue el dominador incontestable ante un Córdoba que hizo bailar a su defensa (primero cerrada, más tarde una 5-1 y finalmente una doble mixta) sin obtener el premio deseado.

En el minuto 10, los toledanos marchaban 6-3 en el marcador con Sergio Sierra y Javi Muñoz llevando el peso del equipo. Un parcial de 0-3 permitió a los cordobeses meterse en el choque (11-10).

Sin embargo, fue un espejismo. El Amibal se rehizo y se marchó al descanso con una ventaja para confiar (15-10). Incluso lo hizo con dos juveniles sobre la pista, Alberto Relucio y Cecilio Jiménez, que dejaron más que buenas sensaciones y una jugada primorosa que terminó con el gol de este último.

Tras el paso por vestuarios, el portero local Jacob Meilán se sumó a lo que hasta ese momento parecía una fiesta, en la que Luisma Lorasque, Javi Muñoz y Sergio Sierra pusieron la máxima diferencia en el electrónico (18-12).

Pero en el minuto 35, el Córdoba tocó a zafarrancho de combate. El técnico visitante Javi Martínez tomó una decisión que cambió el partido: defensa abierta y a rezar. Y las plegarias dieron sus frutos, porque el Amibal se colapsó y comenzó a perder balones. Las contras y los ataques rápidos desarmaron a la defensa azulona, incapaz de frenar a Aitor Gómez, David Córdoba y Fran Grueso (25-27, minuto 55).

Cinco minutos de película. A partir de ahí, Alfred Hitchock se encargó de escribir los últimos renglones. Dos contras seguidas de Javi Muñoz apretaron el choque, que se puso de cara para el Amibal con la exclusión de Fran Grueso y el gol de Sergio Sierra (28-27).

Sin embargo, los malos de la película, los árbitros, pusieron los tintes dramáticos con dos exclusiones, una para cada equipo, además de una roja al banquillo local, a cada cual más incomprensible. Resultado, cuatro contra cuatro, paradón de Ismael Torrejón a un lanzamiento de siete metros, error de Unanue aprovechado por David Córdoba y partido empatado a 28. Así se llegó a los últimos segundos, con música de suspense incluida, cuando Álvaro Guimaré estrelló contra el palo un tiro cargado de luz. Pero aún quedaban las últimas líneas. El saque de banda, a favor del Amibal, lo lanzó Unanue, Guimaré agarró el cuchillo para acabar con su rival y Hitchcock trazó el punto y final.