La Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ ha llevado su lucha contra las 90.000 toneladas de amianto vertidas en el entorno del barrio del Polígono fuera de los límites municipales. Y es que, la asociación ha participado en el encuentro internacional de asociaciones sobre el amianto que se celebró en Barcelona el pasado 4, 5 y 6 de octubre, organizado por la Asociación de Víctimas del Amianto de Cataluña y el Colectivo Ronda, y que reunió a 150 personas entre víctimas, asociaciones, personal sanitario y representantes del mundo científico y de la abogacía llegadas de distintas partes del país y de Francia, Bélgica, Suiza, Italia, Inglaterra y Japón.

El cierre del encuentro fue una concentración, de unas 500 personas, frente a las puertas de la Generalitat bajo los lemas: ‘Las  víctimas del amianto tienen nombres; los responsables de sus muertes, también’, y ‘El amianto mata’.

Los participantes coincidieron en la necesidad de continuar la lucha contra el mayor genocidio laboral conocido y abogaron para que se unifiquen la legislación sobre amianto en la Unión Europea; que aumenten los derechos de las víctimas y sus familiares; que se pongan en marcha programas de formación y de información a la población; que se realice un censo del amianto existente en cada país y se proceda a su erradicación total y también, muy importante, que se coordine y comparta la investigación en los tratamientos para estas enfermedades.

De esta forma, una de las conclusiones de la reunión en Barcelona fue que las asociaciones contra el amianto ven imprescindible que el Gobierno de España aplique la directiva europea de 2013 sobre ‘Riesgos para la salud en el lugar de trabajo relacionados con el amianto y perspectivas de eliminación de todo el amianto existente’. Así como que se cree el Fondo de Compensación a las víctimas de estas enfermedades.

‘El Tajo’ estuvo representado en Barcelona por coordinadora Gemma Ruiz, la vicecoordinadora Sonia Méndez y el responsable de comunicación, Damián Villegas, quienes explicaron la absoluta ilegalidad con la que trabajó Ibertubo y la falta de control de las administraciones.