Puy du Fou, según el estudio científico presentado en el Proyecto de Singular Interés (PSI) del parque, está bien adaptado a los escenarios de cambio climático previstos en Castilla-La Mancha y además no empeora la situación, dada la gran cantidad de vegetación que se plantará y los proyectos ambientales que se llevarán a cabo. Es la información que se desprende de un informe de síntesis elaborado por el geógrafo y experto en Cambio Climático Jonathan Gómez Cantero.
Las medidas que pueden ser consideradas de adaptación y mitigación, forman parte de la propia idiosincrasia del proyecto, por lo que se trata de un parque bastante sostenible, en opinión del geógrafo toledano, autor entre otros de ‘El cambio climático en Europa: 1950 – 2050 Percepción e Impactos’ para el Parlamento Europeo. En determinadas situaciones actuará incluso como un pulmón verde cuando la vegetación haya crecido. Según Gómez Cantero, «la amplia naturalización del entorno y la gestión medioambiental que la empresa llevará a cabo reduce enormemente el impacto ambiental del entorno».
Cantero indica en su estudio que el parque de Francia, tras ser visitado por el especialista para poder realizar el informe del cambio climático, presenta un excelente estado de naturalización y un impacto ambiental y paisajístico muy bajo, por lo que si ese modelo es el que se extrapola a Toledo «no estaríamos ante ningún proyecto dañino, incluso podría resultar muy beneficioso, aunque el clima sea distinto, pero este asunto está ya salvado y mitigado con medidas existentes para ello por parte de los técnicos y profesionales que han participado en la elaboración del proyecto».
Gómez Cantero analiza también las amplias zonas verdes, húmedas y frescas que representan la práctica totalidad de la superficie del parque, hará que, pese a que el calor puede ser una de las variables que más influya como condicionante en visitantes, trabajadores, instalaciones, sistemas eléctricos… no tiene por qué suponer un problema mayor, y a diferencia de los parques temáticos típicos con asfalto y ausencia de sombras, la temperatura en su interior será varios grados más baja, gracias al fenómeno de la ‘isla de frescor’ producida por la gran cantidad de sombras y vegetación.
Además Puy du Fou contempla sistemas de mitigación y adaptación que servirán para disminuir enormemente el impacto. Uno de ellos es el sistema de abastecimiento de agua previsto, que plantea un buen y optimizado uso del agua, con el detalle de excelencia de construir una depuradora para reutilizar las aguas, lo que servirá para el ahorro y la disminución del consumo.
El riesgo de incendio y de propagación del fuego en una zona naturalizada y con humedad (sin estrés hídrico) disminuirá a prácticamente cero en el interior del recinto, pese a ello, y con especial atención a los días cálidos, ya se dispone de almacenamientos de agua suficientes para hacer frente a cualquier problema que pudiera suceder (como en cualquier otro parque del mundo) y además a sabiendas que las zonas de fuera del parque, tienen una mayor riesgo de ignición debido a su sequedad durante varios meses.
Como conclusión y una vez analizados los impactos constatados ya del cambio climático y los escenarios previstos de futuro, el parque se adapta con razonamiento y técnicamente a los escenarios de futuro, siendo un ejemplo de sostenibilidad y adaptación. En términos generales puede decirse el parque no presenta ningún problema a la contribución al cambio climático, concluye Goméz Cantero.