El silencio de la madrugada se vio quebrado en la Ronda de Buenavista a las 4:30 horas de este pasado martes. Golpes secos que, pese a todo, no despertaron a los vecinos, pero sí que hicieron saltar la alarma de seguridad de la joyería Ludeña.

Un grupo de individuos había logrado forzar minutos antes el cajetín de la persiana de seguridad del establecimiento y, una vez dentro del portal de la joyería, emplearon una pesada rejilla de desagüe para romper el cuádruple cristal blindado que protege la puerta principal. El cristal resistió en parte, puesto que finalmente lo que se rompió fue el cerco de la puerta, permitiendo a los ladrones acceder al interior de la joyería.

Los asaltantes no eran aficionados y sabían muy bien lo que se querían llevar. Las sirenas se encendieron de inmediato en la central de alarmas de la empresa de seguridad de la joyería, que remitió el aviso de robo a la Policía Nacional.

Tan solo tres minutos tardaron en llegar los agentes desde el cercano cuartel de la Policía Nacional, pero los ladrones ya habían huido del lugar con su sustancioso botín.

Alertados los propietarios del establecimiento, se procedió a ver los daños causados. De momento no se ha tramitado denuncia alguna por el robo con violencia, puesto que se está inventariado todo el material de la joyería para calcular exactamente el importe de lo sustraído.

La cifra no será pequeña. Una vez dentro del local, los asaltantes procedieron a reventar varios expositores, llevándose consigo tres bandejas cargadas de joyas, oro blanco en su mayoría, y relojes.

En concreto, según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno, se trata de tres bandejas de los expositores interiores y una del escaparate.

La Policía Nacional, a expensas de que se tramite la denuncia con el importe de lo robado, ha comenzado a investigar el caso para seguir el rastro de los ladrones. A lo largo de la mañana tomaron huellas en el interior del local y estudiaron de dónde puede proceder la  rejilla de desagüe utilizada para acceder al interior. Por su tamaño y peso se descarta que sea del propio barrio de Buenavista.

Los trabajadores y propietarios de la joyería se afanaban en la tarde de ayer en limpiar los tremendos destrozos y en inventariar cuanto antes el material robado.