El concejal de Urbanismo y portavoz del equipo de Gobierno municipal, Alfonso Ruiz Molina, eludió ayer responder a la pregunta sobre su posible salida del Ayuntamiento de Toledo camino de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas apelando a que es la típica «rumorología» que se produce cuando están a punto de conocerse los nombramientos de un nuevo Ejecutivo regional.

«El presidente será quien se ponga en contacto con quien considere que debe formar parte de su Consejo de Gobierno y como hasta ayer (por el jueves) no fue presidente me imagino que empezará hoy».

Como esta respuesta no despeja las dudas se le preguntaba qué hará en caso de que Emiliano García-Page le llame, teniendo en cuenta que lleva en su puesto de concejal 20 días escasos y que el Urbanismo es una de las materias fuertes del Ayuntamiento de Toledo por razones de sobra conocidas. De nuevo Ruiz Molina no se compromete: «vamos a dejarnos de supuestos y vamos a esperar cómo se desarrollan los acontecimientos».

En los pasillos del Ayuntamiento se dice que Ruiz Molina efectivamente se va a la Junta de Comunidades y que no será el único, le acompañará el jefe de Gabinete de la alcaldesa, Teodoro García Pérez, que, por cierto, como siguiente en la lista electoral hubiera sido el concejal que tendría que sustituir a Ruiz Molina. La número 11, Nuria Cogolludo, espera esos acontecimientos.

La marcha de Alfonso Ruiz Molina, de confirmarse, dejaría otros vacíos no menos significativos ya que también ha sido el concejal elegido para representar a Toledo capital en la Diputación de Toledo y, como titular de Urbanismo, es vicepresidente de la Empresa Municipal de la Vivienda.

Es habitual que el Ayuntamiento de la capital nutra las filas de dirigentes regionales. Mientras los partidos están en la oposición municipal las responsabilidades (salvo la de consejero) han compatibilizado las dos tareas local y regional. El propio Ruiz Molina estando en la oposición del Ayuntamiento fue cargo de la Junta de Comunidades con José Bono como presidente.

Lo que resulta más complicado, casi imposible según todas las fuentes consultadas, es que un cargo regional sea a a la vez concejal de Gobierno de una ciudad como Toledo porque ambas tareas precisan de una dedicación intensa.

Una vez que se resuelva el misterio, en pocas horas, habrá que estar atentos a la forma en que la alcaldesa recoloca sus fichas en las tareas vacantes.