Es el nuevo director del Museo del Greco desde hace apenas unos meses, pero sin embargo pronto se enfrentará a un reto tan ambicioso como participar en la programación cultural organizada en 2014 con motivo del cuarto centenario de la muerte del pintor.

> Han pasado ya varios meses desde su llegada a la dirección del Museo del Greco. ¿Cómo han sido estos primeros momentos?

Los he vivido con bastante ilusión e interés. Es apasionante descubrir poco a poco las posibilidades que este museo puede ofrecer no solamente al mundo de la cultura, sino también a la ciudad de Toledo. La llegada del año 2014, además, convierte a este proceso en un reto apasionante en el que no solo yo, sino todo el equipo del Museo del Greco, vamos a empeñar todos nuestros esfuerzos. 

> ¿Qué actividades propias ofrecerán a lo largo del año?

Estamos preparando nuestro propio programa, con el que pretendemos complementar todos los actos que tendrán lugar en la ciudad y que estarán fundamentalmente impulsados por la Fundación El Greco 2014. Dependemos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y aún hace falta perfilar algunos flecos y autorizaciones, pero sí es posible avanzar algunos propósitos. Por ejemplo, organizar las que serán las primeras exposiciones temporales celebradas en este museo. También queremos rendir homenaje a personajes toledanos de finales del siglo XIX y comienzos del XX que se significaron notablemente como pioneros en el descubrimiento del pintor. Otro de nuestros objetivos es organizar un ciclo de proyecciones de películas sobre el pintor al hilo de una publicación recientemente presentada, El Greco en el cine, de Adolfo de Mingo Lorente y Palma Martínez-Burgos (Editorial Celya, 2013). Asimismo, colaboraremos en diversos proyectos con el resto de instituciones culturales de Toledo para contribuir a ofrecer a los visitantes y a la sociedad en general un abanico, lo más amplio posible, de expectativas culturales, educativas, sociales e incluso, por qué no, económicas.

> Por lo tanto, uno de sus objetivos es conectar este museo con los ciudadanos.

Es fundamental para nosotros. Nos gustaría despojarle de esa denominación, con la que tan a menudo ha sido etiquetado, de ‘museo para turistas’, alejado de las citas sociales y culturales de Toledo. Queremos convertirlo en una institución abierta al debate, a la celebración de proyectos, a la discusión de propuestas.

> ¿Recuperarán la antigua Asociación de Amigos del Museo?

Es una opción. Retomar la andadura de la antigua o bien crear una nueva, todavía no lo sabemos. Indudablemente, nos vendrá muy bien la ayuda de quienes deseen echar una mano.

> Hablaba antes de las visitas turísticas, cuyo número se suele poner encima de la mesa a la hora de debatir sobre el futuro del museo. ¿Importa tanto esa cifra?

Importa tanto como el debatir qué es más importante, calidad o cantidad... ¿Por qué no aspirar a cumplir ambas aspiraciones? Las dos son importantes. Indudablemente, el turismo es un motor fundamental para el desarrollo de Toledo. Creo que todos los responsables de museos de esta ciudad coincidimos en eso y en la necesidad de que nos visiten cuantas más personas mejor. Pero no a costa de olvidar nuestra función educativa, social y cultural. Ni mucho menos nuestro propósito de contribuir a dinamizar la economía de Toledo.

> ¿Es tan complicado como parece, en el contexto de los museos del siglo XXI, dirigir una recreación ‘de ambiente’ como el Museo del Greco?

Es algo especial. Los ‘museos de ambiente’ poseen peculiaridades (a favor y en contra) a las cuales llevan años enfrentándose países de nuestro entorno, como Italia y Francia, que también han conservado un gran patrimonio artístico. Desde luego, no es ni mucho menos insólito encontrar museos instalados en edificios monumentales, como iglesias, o que se recreen espacios exprofeso para ambientar épocas determinadas. ¿Complicado? Bueno. Indudablemente, eso ata las manos, pero a cambio ofrece un sabor muy especial, que convierte a museos como este en espacios tremendamente atractivos. Por otra parte, no olvidemos que se encuentra enclavado en mitad de la Judería mayor de Toledo, una de las zonas históricas más interesantes de toda Europa.

> Durante los dos últimos años, el Museo del Greco ha afianzado a través de diversas conferencias su vinculación con varias universidades españolas. Es de suponer que estos lazos seguirán estrechándose en un futuro.

Cooperar con el ámbito académico es estratégico, sobre todo si queremos programar líneas de debate y análisis. No solamente estrecharemos nuestros lazos con instituciones como la Universidad Autónoma y la Complutense porque es nuestra obligación, sino porque poseen potentes departamentos de Historia del Arte. Lo mismo sucede con la Universidad de Castilla-La Mancha, que es casi vecina nuestra a través de su Facultad de Humanidades, donde trabajan especialistas que para nosotros son muy destacables por su contribución sobre el Greco.