Los aniversarios suelen dar mucho de sí, sobre todo, cuando se tratan de celebraciones ligadas a los sindicatos. UGT organizó ayer una mesa redonda en la Escuela de Administración Regional, con motivo de su 130 aniversario, para abordar la realidad, los retos, los avances y los retrocesos de dos materias muy sensibles, la sanidad y el bienestar social. Ambas con muchas necesidades todavía, según dio a entender la secretaria regional de la Federación de Servicios Públicos, Carmen Campoy, convencida de la valía de poner encima de la mesa ambos temas para analizarlos a fondo con la intención de continuar reivindicando mejoras a los poderes públicos.
«En Castilla-L a Mancha se están haciendo grandes esfuerzos, pero no llegan a las necesidades porque se necesita más financiación». Ahí está la clave, en su opinión, para ir avanzando hacia un sistema sanitario global, «solidario» y de calidad que sea capaz de reducir las listas de espera, de atender con rapidez a los pacientes, que disfrute de suficientes infraestructuras y disponga de más personal.
En este caso, Campoy recordó que los recortes en las anteriores legislaturas sumieron al ámbito sanitario en una delicada situación. Por tanto, considera que ahora se han materializado algunos avances, como la eliminación del copago y se ha invertido en infraestructuras, pero las medidas resultan insuficientes y la sanidad pide desde hace años «más dinero para disponer de más medios a la hora de atender a los ciudadanos».
En este caso, el sindicato abordó durante la mesa redonda las posibilidades y los retos futuros relativos al transporte sanitario. Ahí Campoy tiene claro que la administración regional, la competente en materia de sanidad, debe plantearse gestionar el servicio directamente, sin concesionarias. Si bien, cualquier propuesta de esta naturaleza, según dio a entender ayer, exige un análisis en profundidad con la intención de buscar la mejor fórmula para Castilla-La Mancha, ya que en los últimos años han salido a la luz los problemas derivados de la gestión de las tres concesionarias, que ha llevado a los trabajadores y a los representantes sindiciales a pedir a la Junta el rescate del servicio para evitar pérdida de condiciones laborales y merma en la calidad del servicio.
Bienestar social. La dependencia también centró la atención ayer de esta convocatoria. Desde UGT se considera imprescindible una buena atención a los mayores, los niños y a todas las personas vulnerables. En este caso, el sindicato también solicita a la administración regional una mayor inversión «porque todavía hay centros cerrados y mucha demora en la valoración de los casos relacionados con la dependencia».
Por tanto, Campoy cree que es un buen momento para solicitar una ampliación de plantilla técnica para que agilice las valoraciones, «puesto que hay dependientes con una escasa esperanza de vida que necesitan atenciones y no las están recibiendo». La secretaria regional de la Federación de Servicios Públicos añade que la Ley de Dependencia fue un logro y, sobre todo, un resultado que costó «mucho esfuerzo»en su momento, pero no puede verse afectada por falta de personal y por demoras innecesarias que dejan sin respaldo a muchas familias de esta comunidad autónoma.