El Ayuntamiento de Toledo, su alcaldesa, y la Universidad de Castilla-La Mancha, su rector, firmaron ayer un protocolo por el que la ciudad cede 43.000 metros cuadrados de terreno en Polvorines para la construcción de un Campus de Innovación presupuestado en 20 millones de euros que se financiarán (en su mayor parte) con fondos europeos y en el que participarán empresas tecnológicas. La disposición del suelo necesario para desarrollar el proyecto era uno de los requisitos obligatorios para aspirar a captar el dinero y por eso se ha acelerado la rúbrica del acuerdo ya que 2020 es la fecha tope para presentar la candidatura al plan Juncker.En la Sala Capitular, con la presencia de una multitud de representantes de la Universidad y de distintos organismos asociados a esta (el consejo asesor de empresas formado por Airbus, Arcos, Cojali, Joma, Telefónica, Indra o Elecnor Deimos, entre otros, y el consejo social), Milagros Tolón y Miguel Ángel Collado estamparon sus firmas y explicaron la razón de ser, así como algunos detalles, de este proyecto que va más allá de la docencia.Indica Collado que el reto es crear «un ecosistema de innovación abierta» por medio de la colaboración entre los investigadores de la universidad y las empresas de forma que estas tengan espacio para instalar, provisional o de forma permanente, laboratorios, centros de I+D+i con una fórmula que supera el modelo clásico, donde la relación era unidireccional de la universidad a la empresa, y se implanta el sistema «bilateral» por el que el intercambio entre ambos es constante para «la cogeneración de conocimiento».De tal forma que se producirá un beneficio evidente para la Universidad (mayor calidad docente, aplicación de los resultados de la investigación, potenciar la innovación) pero también para la ciudad que verá «sentar las bases para la creación de empleo cualificado» de manera que los alumnos podrán ingresar en empleos a la medida de su formación ya que «la idea del campus es insertar empresas tecnológicas de perfil innovador».Modélico. Por su parte, Milagros Tolón subraya que la ciudad va en trayectoria ascendente y confirma que este proyecto es positivo para el Ayuntamiento, para la Universidad y para las empresas que se impliquen. Para llegar a la meta informa que se van a utilizar todos los recursos disponibles y se va a llamar a todas las puertas que se pongan por delante (ahí es donde entra el plan Junker o fondo europeo de inversiones estratégicas y también los fondos Feder).El objetivo es, señala la alcaldesa, crear un campus «con instalaciones modélicas para la docencia y para la investigación» pero también, de forma paralela, potenciar Toledo como ciudad universitaria y «polo de atracción de investigadores» que ayuden a incrementar «el prestigio» de la ciudad.