Multitudinaria cabalgata anunciadora

e. martín | TOLEDO
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Cientos de personas acuden al desfile profano protagonizado por la Tarasca, gigantes y cabezudos por las calles del Casco

Arrancan las fiestas del Corpus. Como cada año por estas fechas el cartón piedra vuelve a tomar vida en la marcha de la Tarasca, gigantes y cabezudos. A pesar de que el cielo amenazaba con lluvia, lo cierto es que las calles de la capital regional estuvieron durante la tarde de ayer repletas de gente. La afluencia iba creciendo según se acercaba la hora del desfile más profano, el que protagonizaron estos simpáticos personajes que despiertan tantas alegrías como miedo sobre todo entre los más pequeños de la casa. En torno a las 19,30 horas partía esta particular procesión de la Plaza del Ayuntamiento para recorrer a continuación el mismo camino por el que en la mañana de hoy jueves pasará la Custodia de Arfe acompañada del cortejo habitual. Nadie quiso perderse la cita con estos tradicionales muñecos que sobre las 20,00 horas avanzaban por la calle Comercio también ante una multitud de público. Muchos toledanos, pero también visitantes que se han acercado hasta la capital regional presenciaron esta particular procesión que estuvo amenizada por la banda de música. Gigantes y cabezudos se movían al ritmo de los tambores mientras que la Tarasca, como es habitual, iba haciendo de las suyas.

A su paso, este animal mitológico de raíces francesas iba escupiendo agua entre el público, a lo que ya están acostumbrados los toledanos más fieles a esta cabalgata anunciadora de las fiestas del Corpus Christi. Encabezando el divertido desfile se pudo ver también a algunos de los concejales de la Corporación muncipal como a la edil de Festejos, María Teresa Puig.

A pesar del acompañamiento, el dragón verde fue el verdadero protagonista de este pasacalles que se repetirá a primera hora de la mañana de hoy jueves, día grande de las fiestas del Corpus. A buen seguro que  hoy, por las horas tan tempranas, no contará con tantos seguidores. Y es que muchos se conformaron con ver el cortejo en la tarde de ayer donde, como pasa siempre, la Plaza de Zocodover fue uno de los puntos más concurridos. A su paso por el corazón de la ciudad, fue el objetivo de cámaras de fotos y móviles dentro de este evento lúdico. Un buen recuerdo que llevarse a casa y que perdura en la mente de distintas generaciones de toledanos que han comprobado cómo en los últimos años se ha dado algún que otro lavado de cara a estas figuras de las que con el paso de los siglos han surgido réplicas por toda la geografía española.