La Gerencia del Área Integrada de Talavera, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, (Sscam), ha asegurado que aplica criterios de eficiencia y eficacia en la estancia de pacientes ingresados en el Hospital General Nuestra Señora del Prado en verano,  una época del año en la que, según el citado organismo, se produce una disminución de la demanda de servicios estando la calidad asistencial garantizada en todo momento.

En este sentido, desde el Sescam indicaron ayer en nota de prensa que esta es una medida que se toma en todos los sistemas sanitarios de España y de otros países, con el objetivo de aprovechar con eficacia los recursos disponibles. Las mismas fuentes indicaron que los trabajadores, como en todas las empresas, cogen vacaciones y se organiza el trabajo para que todos los servicios sanitarios estén cubiertos, y todo ello gracias a la capacidad, experiencia y esfuerzo de los profesionales.

En esta misma línea, el Sescam también quiso dejar muy claro que la organización de camas en el centro hospitalario talaverano es un elemento de gestión clave y prioritario debido a la variedad de necesidades de los pacientes, la experiencia de los profesionales de todas las dependencias médicas, los recursos disponibles y la época del año.

Por este motivo, el organismo responsable de la sanidad en la región aseveró que la asistencia a los pacientes en la época estival está más que garantizada.

Críticas. Pero no piensan lo mismo desde la Junta de Personal del Área Sanitaria de Talavera, órgano que ayer criticó también en nota de prensa el «desmesurado injustificable» cierre de camas en el hospital durante los meses de verano.

Al respecto, los representantes del personal sanitario consideran muy negativo el cierre de 133 de las 276 camas que hay en el centro hospitalario de la ciudad ya que, a su juicio, contar con sólo 163 camas para una población que en esta época del año puede llegar a los 400.000 habitantes «nos pone a la altura de los peores hospitales de cualquier país subdesarrollado».

Del mismo modo, la Junta de Personal cree que este cierre «abusivo» de camas traerá consigo situaciones de sobrecarga de trabajo en las plantas hospitalarias; una clara y peligrosa disminución de la calidad asistencial; contrataciones en precario; dispersión de numerosos enfermos por plantas que no son las que les corresponderían; estrés laboral intenso entre los profesionales; colapso en lasUrgencias y aumento de las listas de espera de consultas, pruebas complementarias e intervenciones quirúrgicas.

Por ello, aseveran que este tipo de medidas no suponen beneficio alguno para los pacientes y sí un claro ahorro en los recursos sanitarios empleados.