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Ha pasado más de un año desde que el 18 de julio de 2013 el Pleno municipal aprobara la moción de IU para unir por bicicleta los distintos barrios de la ciudad. La idea era solicitar a Fomento la desafectación de los terrenos de las antiguas líneas de tren que unían Toledo con Aranjuez y Bargas, y construir allí carriles bici y caminos naturales, que permitirían acceder desde el Polígono y Azucaica al resto de núcleos urbanos de la ciudad. Sin embargo, se lamentó ayer el concejal de IU Aurelio San Emeterio, hasta el momento no tiene noticia de que el Ayuntamiento haya movido pieza, y haya pedido al Ministerio que desafecte los terrenos para poder actuar allí.
San Emeterio volvió ayer a apostar por la bicicleta como medio de transporte y ocio cada vez más habitual, por lo que advirtió que IU seguirá trabajando por facilitar un uso rápido y seguro.
A su juicio, estos dos nuevos carriles bici, que unirían barrios muy poblados con el resto de la ciudad, se podrían construir de una forma muy fácil y barata. Sólo hay que reutilizar las infraestructuras ferroviarias abandonadas, con una inversión pequeña para adecentar el piso y plantar algunos árboles.
Pero antes es necesario pedir a Adif que desafecte la zona, y adherirse al programa de Fomento de Vías Verdes, antes de iniciar la pequeña inversión para adecuar estas plataformas como carriles bici.
Para San Emeterio, esta infraestructura sería compatible con un hipotético nuevo tren de mercancías a la ciudad y con la propuesta vecinal para ampliar la N-400 o al menos dar seguridad a la salida de la calle Río Jarama. El concejal también se dirigió a los ciclistas para pedirles que, ahora que hay más carriles bici en la ciudad, los utilicen y no se suban a las aceras, «y que disputen al coche el dominio público de la carretera, que no es exclusivo del coche, y que también debemos respetar a los peatones».
Al tiempo, San Emeterio también pidió al Gobierno regional el Plan de Movilidad que ha tenido que ejecutar de forma previa a la construcción del nuevo hospital Universitario. Se trata de otro nudo de comunicación importante que afectará mucho al Polígono, y que podría generar conflictos de movilidad a la entrada y salida del barrio.