En un plazo aproximado de ocho meses, el Ayuntamiento de Toledo contará con un nuevo Plan de Movilidad, cuyo desarrollo se enmarca en la creación de un nuevo Plan de Ordenación Municipal.

Según explicó el arquitecto municipal, Ignacio Álvarez Ahedo, el desarrollo del nuevo documento tendrá cuatro fases. Durante un mes, la empresa encargada tendrá que recopilar información de las distintas administraciones y de un periodo de información pública. Será después cuando hará un análisis de estos datos y un diagnóstico, que servirá para hacer diversas propuestas. De esta forma, por ejemplo, el documento pondrá sobre la mesa las mejores alternativas para el puente entre Polígono y Azucaica, o si es mejor o no que el Ayuntamiento recepcione la rotonda del Salto del Caballo.

El Plan además incluirá una serie de indicadores que darán cuenta de la efectividad de su desarrollo. También tendrá que integrarse el modelo en los ordenadores municipales, para que la Policía pueda evaluar y tomar decisiones.

Preguntado por la necesidad de participación ciudadana, el arquitecto municipal se mostró más partidario de que los vecinos estén presentes en la fase de información pública, y una vez que estén ya las propuestas realizadas, dado que se hacen sobre un diagnóstico, y se podrá justificar a los interesados cada una de las decisiones aportadas.

Este Plan, aunque en menor medida que en otros barrios, también habrá de aportas soluciones para el Casco histórico, y quizás discernir la necesidad de cerrar la puerta del Cambrón o ver cómo se pueden ir sacando autobuses de la plaza de Zocodover.