El Torrijos no pudo sacar nada positivo de su visita a un campo inexpugnable. El Azuqueca volvió a erigirse como un bloque imbatible en el San Miguel y se deshizo de los rojiblancos con un contundente 4-1. Además, los visitantes volvieron con una rémora de cara a la próxima jornada, dos nuevas bajas por las expulsiones de Asier y David.

Con todo, la primera oportunidad llegó en el minuto nueve, pero la protagonizó el cuadro visitante. Fue un disparo cruzado de Toni repelido por Javi Alonso. El rechazo lo recogió Sergio Molina desde el punto de penalti, pero su disparo a quemarropa fue desviado bajo palos por Miguelón.

Entonces reaccionaron los rojinegros. Empezaron a plasmar su superioridad amparados en sus señas de identidad. Así, Miguelón robó un balón en la zona de flotación y cruzó el esférico cual delantero ante la salida del guardameta.

Robledo pudo ampliar la ventaja a la media hora pero se topó con la madera. Las sensaciones eran de dominio absoluto para el cuadro local. Además, tras el 1-0, los futbolistas de Pedro Velasco se estiraron y el cuadro de Miguel López comenzó a jugar a placer con más espacios.

Pasado el minuto 37, una falta lateral significó el 2-0. Pascu picó el balón por encima de la zaga rojiblanca y Miguelón, delantero disfrazado de defensa, controló con el pecho y batió a Alberto por segunda vez. La sangría se completó antes del descanso con el gol en propia puerta de Pedropa; al intentar arrebatar el balón a Javi Robledo tuvo la mala suerte de despejar hacia su portería superando por alto a su cancerbero.

Con 45 minutos por delante, el partido parecía sentenciado, pero el Torrijos puso emoción con el penalti transformado por Sergio Molina para reducir distancias. A renglón seguido, el Torrijos se quedó con diez por la expulsión de Asier y la empresa se puso imposible.

Asimismo, en las postrimerías del encuentro, otro penalti de risa señalado por el trencilla desembocó en la segunda expulsión del Torrijos y el 4-1 anotado por Esaú. Con el triunfo, el Azuqueca no se baja de la nube y mantiene el pulso con el Toledo, mientras que el Torrijos ve más cerca la zona roja.