La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Toledo plantea hoy la adjudicación de las obras de demolición del inmueble en ruina ubicado en la calle Azacanes, 45. El Ayuntamiento acometerá la ejecución subsidiaria del derribo, tras declarar estas obras de urgencia el pasado 31 de octubre, después de que el propietario del edificio no se hiciera cargo de la actuación, pero cuyo coste deberá repercutir posteriormente en él.

Y es que, la Junta de Gobierno decidió pasar a la Fiscalía -para que determine si hay «delito»- el expediente del caso. No en vano, el pasado 2 de octubre los bomberos del Ayuntamiento se vieron obligados a intervenir tras ser alertados por los vecinos del riesgo de derrumbamiento de la vivienda, que se encuentra en estado ruinoso.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación del servicio de bomberos municipal encargada de realizar la inspección, asegurar el inmueble y cortar la vía para evitar daños personales y materiales. Una situación que puso en peligro a vecinos y viandantes y le va a costar al erario público 25.000 euros.

Sin embargo, el caso de Azacanes, el conflicto comienza en enero de 2009 cuando el propietario pidió licencia para rehabilitar el edificio. Con el paso del tiempo, a la vista de que no realizaba ninguna obra, el Ayuntamiento le puso un total de «siete multas coercitivas», cada una de 2.107 euros, de las que tampoco ha querido saber nada.

Fue en abril de 2012 cuando se inició el expediente de ruina pero antes de culminar, el pasado 2 de octubre, se produjo un derrumbamiento que provocó la firma del decreto de ruina por parte de concejal de Urbanismo.