Lagartera lleva bordando desde el siglo XVI el pasado y el futuro de la festividad del Corpus Christi. A base de aguja e hilo ha confeccionado una celebración con su propia identidad en la que los trajes de lagarterana, la decoración de los edificios que se encuentran dentro del recorrido de la procesión y los estandartes la  hacen brillar con luz propia en auténtico paraíso para los sentidos.

Desde primera hora de la mañana de ayer los vecinos de esta población de 1.500 habitantes comenzaron a decorar los cerca de 35 altares con los que cuenta el recorrido procesional. «Todos siguen las mismas pautas. Se realiza una especie de cajón con colchas con motivos de la pasión y en el centro se pone una alfombra, una mesa de altar y encima el trono. El Niño Jesús es quién lo preside y normalmente está vestido de lagarterano porque antiguamente los niños se vestían con estos ropajes hasta que tomaban la Comunión», señaló a este diario Amparo Jiménez.

En Lagartera no dan puntada sin hilo y simultáneamente a la decoración de los estandartes se produce la de las fachadas de los edificios situados en el interior del recorrido y en las calles aledañas. Éstas se cubren con colchas antiquísimas de siglos atrás. Las más mayores del lugar presumen de una decoración que pasa de generación en generación y que se ha ganado el respeto de todos los visitantes que acuden cada año a disfrutar de esta fiesta del Corpus.

Las ramas de romero, tomillo  y manzanilla aportan un olor especial a una jornada en la que piezas únicas salen a la luz para engalanar una localidad totalmente volcada con esta festividad. Prueba de ello es el gran número de personas ataviadas con las indumentarias tradicionales de lagarterana y lagarterano que participaron en el acto religioso.

A las 12 horas comenzó la Santa Misa en la iglesia de ‘El Salvador’ y, una hora más tarde, arrancó el recorrido de la Custodia y toda la comitiva por las arterias del centro de la población. Entre ellas se encontraba el alcalde de la localidad, José Vicente Amor y la portavoz del Partido Popular en Castilla-La Mancha y senador por Toledo, Carmen Riolobos, quienes  transportaron durante un momento el palio que cubre a la Custodia.

La propia Custodia visita uno a uno los cerca de 35 altares colocados a lo largo del recorrido y comparte altar durante unos segundos con el Niño Jesús mientras que el párroco Don Jesús bendice el recinto.

Se trata de un acto muy concurrido en el que la población de Lagartera crece gracias a los centenares de turistas que acuden a la localidad principalmente de las provincias limítrofes. Sin prácticamente tiempo de pestañear y, nada más ser bendecido cada uno de los altares, los lagarteranos comienzan a desmontar una decoración guardada a buen recaudo.