La alcaldesa sin liberar que casi no duerme desde la riada

J.M.
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«El primer día, yo y todos mis compañeros de Corporación dormimos tres o cuatro horas. Y desde ese día dormimos cuatro horas al día», afirmaba ayer a este diario Silvia Díaz para evidenciar el desgaste de una semana frenética

La alcaldesa de Cebolla decidió continuar con su puesto de trabajo en la administración pública y dedicarse al Ayuntamiento los lunes, las tardes y los fines de semana. «El primer día, yo y todos mis compañeros de Corporación dormimos tres o cuatro horas. Y desde ese día dormimos cuatro horas al día», afirmaba ayer a este diario Silvia Díaz para evidenciar el desgaste de una semana frenética que ha alcanzado a los 3.800 habitantes de una de las localidad más castigadas por el paro.

Silvia ha atendido directamente la demanda de los vecinos a la vez que coordinaba las reuniones con las administraciones públicas que comenzaron ayer con el encuentro con el presidente de la Junta de Comunidades. «Ha afectado de manera muy directa a tres personas y hay más vecinos que tienen pánico a vivir de nuevo esta situación», apuntó.

La familia de la mujer que resultó hospitalizada por la riada por tragar barro ha abandonado temporalmente la vivienda por la acumulación de fango y está a la espera de pintar el inmueble para reincorporarse a la normalidad estropeada el día 8. «El momento en el que supe que había desaparecido una persona (la mujer que aparecía en las grabaciones agarrada a la verja de una casa y cayó finalmente) fue cuando perdí más la compostura y, al encontrarla, luego me relajé un poco. Sé situarme y sé que debe haber una persona con la cabeza fría», señala asumiendo la responsabilidad del cargo.

Entre los damnificados más graves, los feriantes, en su mayor parte vecinos de Cebolla que se dedican en temporada a este oficio. Precisamente, poseen naves en el término municipal donde reparan las piezas para hacer negocio en los meses de verano.

«Nos vino como un jarro de agua fría», asevera por una riada que ha llegado en plena recuperación todavía del cierre de la empresa motora del municipio hace unos años. El Ayuntamiento, mediante los Planes de Empleo y el Plan de Zonas Rurales Deprimidas, contratará este mes a 71 trabajadores que se encargarán precisamente de reparar los efectos de la riada. Entre las medidas, el Consistorio cebollano sopesa que el Centro de Atención a la Infancia previsto se destine ahora como sede de la biblioteca dañada por la riada.