La asociación naturalista Ardeidas ha levantado la voz de alarma tras comprobar el martes por la tarde que se ha destruido un talud artificial en el había nidificado una colonia mixta de cría de avión zapador y abejaruco, especies vulnerable y de interés especial respectivamente, según explica el responsable de Ardeidas. Se trata de una «brutal agresión» a estas aves que habían establecido, según sus cálculos, una colonia con más de 150 nidos ocupados de avión zapador y al menos 20 de abejaruco.
«Ha sido literalmente masacrada en más de un 85%», indica Cámara que asegura que para ello se ha tenido que utilizar maquinaria pesada «con el único fin de hacer desaparecer la colonia, desmantelando parte del talud y destrozando la inmensa mayoría los nidos, con la consiguiente masacre en pollos y huevos de ambas especies».
Fernando Cámara aseguraba que en la mañana de ayer los agentes medioambientales de la Junta de Comunidades ya habían iniciado los trámites para investigar lo ocurrido e indicaba que los socios y la directiva decidirán próximamente si presentan la correspondiente denuncia ante el Seprona.
Cámara recordaba, para dimensionar la gravedad de la acción, que el avión zapador es una especie de ‘golondrina’ de ribera, muy beneficiosa para el ser humano, pues consume gran cantidad de insectos cada año. Pero, además es una especie catalogada como rara y vulnerable en el Libro Rojo de los vertebrados amenazados de Castilla-La Mancha, «estando prohibido las molestias o agresión por cualquier medio a sus colonias de cría, pollos o huevos». En cuanto al abejaruco común, señaló que «es uno de los pájaros más bellos de nuestros campos y está catalogado de Interés Especial».
Según las primeras pesquisas de Ardeidas, este talud artificial -situado en el término municipal de Alcolea de Tajo, junto a la carretera que une las localidades de Alcolea y Puente del Arzobispo- pertenece a una empresa de selección de áridos y «lleva muchos años tanto que ha compactado y creado sobre el mismo una capa vegetal y de arbustos». Por ello, y dadas las dimensiones del talud, Ardeidas considera que si hubieran querido trabajar sobre él lo podían haber hecho en otra parte del mismo por lo que ven una clara «intencionalidad» en el derribo que ha provocado la agresión a esta colonia de aves.
Fernando Cámara señala que todos estos detalles tendrán que aclararse durante la investigación y suponen que los responsables de la empresa tenían que ser conocedores de la importancia y protección de esta especie. «Entendemos que la guardería de Medio Ambiente y Seprona habían puesto en conocimiento de los responsables de la gravera estos extremos».
Ardeidas recuerda además que la Sociedad Española de Ornitología SEO/BirdLife recordaba recientemente que la destrucción de nidos de golondrinas, vencejos y aviones puede suponer para quien lo haga, incurrir en una infracción grave, sancionable con multas de entre 5.001 a 200.000 euros.
Así, concluía Fernando Cámara, el colectivo «permanecerá vigilante para que las autoridades investiguen los hechos y sancionen, en su caso, a los autores de esta agresión, que afecta a estas especies sensibles y protegidas de nuestra avifauna».