Los fotógrafos homenajean al Greco con su mayor proyecto

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La Asociación Fotográfica Toledana ilumina por tercera vez las zonas oscuras del entorno del Casco a base de destellos de flash • Presentarán el resultado en septiembre en el Centro Cultural San Marcos

Los fotógrafos homenajean al Greco con su mayor proyecto

Alrededor de setenta miembros de la Asociación Fotográfica Toledana (AFT) han participado recientemente en un nuevo proyecto de fotografía colectiva de la ciudad, la tercera y más ambiciosa de las iniciativas ‘Toledo como nunca se había fotografiado’ de cuantas ha realizado hasta la fecha este dinámico colectivo. Fue en 2010 cuando los fotógrafos de la AFT, coordinados por José María MorenoSantiago, comenzaron a tomar imágenes nocturnas del Casco tras iluminar las zonas oscuras de su entorno a través de miles de destellos de flash.

En esta ocasión, el proyecto de los fotógrafos destaca por la enorme área iluminada -aproximadamente 250.000 metros cuadrados de la Sisla, la enorme e histórica extensión de terreno, prácticamente toda una comarca, situada en la zona SE de la ciudad-, el gran número de voluntarios que participaron en el proyecto (alrededor de setenta) y el homenaje al Greco que la Asociación Fotográfica Toledana incorporó al resultado final, ensamblado digitalmente y cuyo resultado acaba de ser alojado en Youtube. La imagen definitiva, que reproducimos en esta página, fue tomada desde el denominado Cerro del Emperador, «en un bello paraje bastante desconocido para propios y foráneos», según explica MorenoSantiago. «Un poco más arriba del sitio exacto donde hace muchos años un famoso ministro de Información y Turismo, buscando un sitio para emplazar el Parador Nacional, sentenció ‘aquí’, orden que se cumplió sin rechistar, como era habitual por aquel entonces».

Gracias a la experiencia acumulada en las dos iniciativas anteriores de ‘Toledo como nunca se había fotografiado’, los organizadores solventaron las dificultades técnicas, dividieron en nueve zonas la panorámica que era necesario iluminar (cuatro más que en la última edición de esta iniciativa) y se centraron en conseguir la mayor multiplicación y duración de los destellos de flash posible.
Estos iluminaron el área escogida durante alrededor de treinta minutos, lo cual equivale a 5.000 impactos de luz. Mientras tanto, el resto de los participantes fotografiaban el impresionante resultado desde el Cerro del Emperador. «No vamos a calificar este proceso de complicado, porque no lo es, pero sí bastante laborioso tanto en la toma como en la edición», continúa José María Moreno Santiago, quien explica que la mayor complejidad consistió en conjugar las diferencias de luminosidad entre las zonas altas (el Alcázar y la Catedral, fundamentalmente) y las bajas. «La vista humana es perfectamente capaz de absorberlas, pero las cámaras no», lo cual obligó a cuidar las diferencias de exposición entre unos espacios y otros.

«La edición posterior fue laboriosa pero tampoco complicada», y consistió en ensamblar digitalmente -un proceso que Moreno Santiago tildó de «tedioso» por el gran tamaño de las imágenes manejadas- las casi doscientas fotografías tomadas de cada zona. Después de cincuenta horas, el resultado fue tan satisfactorio como los anteriores. «Es la tercera vez que la AFT realiza una fotografía panorámica de toda la ciudad de esta forma y creemos que, posiblemente, de cualquier otro lugar. Al menos no tenemos noticia de que nadie lo haya hecho con esta dimensión».

La Asociación Fotográfica Toledana compartirá con el resto de la ciudad este proceso -documentado en Internet, por lo demás, por autores como José María Moreno García- en una exposición que se celebrará a mediados del próximo mes de septiembre en el Centro Cultural San Marcos.