España ha registrado en lo que va de año más de 7.200 casos de tosferina, casi el triple que en el mismo período de 2014, según los datos recogidos por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Tres bebés han muerto a causa de esta enfermedad en dos meses, otro tuvo que ser hospitalizado en el hospital ‘Virgen de la Salud’. Uno de los menores falleció por esta patología en septiembre en Sevilla mientras que los otros dos perecieron en octubre en Málaga y Cuenca. El niño ingresado en Toledo procedía también de la provincia de Cuenca, pero el consejero de Sanidad resaltó que se trataba de «casos aislados, que no obedecen a ningún brote».
El titular de este área, Jesús Fernández Sanz, quiso hacer un llamamiento a la tranquilidad y subrayó que no habia motivos para hablar de «alarma social». El número de casos que se están dando en la región son similares a los que se producen en otras regiones de España. Incluso aquí la incidencia es menor, según los datos que manejan. Mientras en España hay una incidencia de 15,6 casos por cien mil habitantes, la incidencia en Castilla-La Mancha es de 6,8 por cien mil habitantes. Desde la Junta añadieron que los casos conocidos no son distintos a los registrados otros años.
Además, indicó que de forma conjunta con otras comunidades y con comités de expertos se había detectado que la tosferina incidía en edades más tempranas. «Parece que hay repunte de los niños en edades más tempranas y lo que debemos hacer es atajarlo».
Ante esta situación, decidieron adelantar el calendario. Explicó que así se hace desde el 9 de noviembre y en vez de esperarse a poner la vacuna al bebé cuando tiene dos meses, ahora se pondrá a la madre durante el último trimestre del embarazo, «con lo cual sensibilizamos a la madre, al bebé y lo que hacemos es preparar para que no surja la enfermedad tan pronto». Preferentemente la vacuna la ponen entre la semana 28 de gestación y la 32.
Este adelanto de la vacuna se ha puesto en marcha en otras comunidades mientras que en otras los usuarios de la sanidad lo están solicitando a través de campañas de change.org.
A pesar de las declaraciones del consejero, Manos Limpias ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra siete comunidades autónomas que hasta ahora no administran la vacuna de la tosferina durante el embarazo, tras las muertes registradas en recién nacidos antes de recibir la primera dosis a los dos meses de vida.
La denuncia va dirigida contra los máximos responsables de Salud Pública de Galicia, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Madrid, Ceuta y Melilla, Andalucía y Castilla-La Mancha, a quienes acusa de un «presunto delito de imprudencia profesional grave con resultado de lesiones o muerte», según el artículo 142 del Código Penal.
«Los máximos responsables de Salud Pública de estas comunidades no pueden ignorar que con los planes y calendarios de vacunación por ellos aprobados existe un número de bebés que muere antes de esos dos meses de edad, muertes perfectamente evitables con la implantación de la vacuna contra la tosferina en las embarazadas», denuncia el colectivo.
En su denuncia, Manos Limpias dice que en este caso los hechos se ven «agravados por la imposibilidad ciudadana de adquirir las vacunas de modo privado», por desabastecimiento y por la imposibilidad de vacunación en centros de salud fuera del calendario de vacunación.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha trasladado a todos los centros de salud y hospitales de la región la previsión de vacunas contra la tosferina y, según el director general de Asistencia Sanitaria, José Antonio Ballesteros, «estamos capacitados para poder asumirla» puesto que en principio hay unas 2.000 vacunas.
De esta forma, José Antonio Ballesteros indicó que lo que se ha hecho es ofrecer la vacunación a mujeres embarazadas que están en la última fase de gestación, pero desconocen cuantas de ellas lo van a solicitar o finalmente se van a vacunar.