«Los jóvenes no pueden normalizar el ‘irse de putas’. Es explotación sexual y una forma de violencia de género». Son las palabras de la concejala de Igualdad de Toledo, Inés Sandoval. Contundente como siempre la edil que antes de asumir el cargo ya era una comprometida activista en cuestiones de mujer. Junto a su compañero concejal de Juventud y Cooperación, Diego Mejías, y a decenas de toledanos participó esta mañana en la actividad organizada por la organización no gubernamental ‘Médicos del Mundo’ para visibilizar el problema de la explotación sexual y la trata de mujeres. Un acto de sensibilización organizado con motivo del Día Mundial de esta causa, que se conmemora hoy día 23 de septiembre.  

Fue la vocal de la Junta Directiva de Médicos del Mundo en Castilla-La Mancha, Toñi García Rubiales, quien incidió «en la situación de vulnerabilidad que se sienten muchas personas en situación de pobreza que son engañadas y captadas para ejercer involuntariamente la prostitución o son traficadas», dijo.

«Llevamos muchos años trabajando contra la explotación sexual y visibilizando frente a la situación de prostitución», apuntó.

Lo hizo minutos antes del inicio de una impactante performance en la que varias actrices mostraron la vulneración de derechos que sufren las mujeres y niñas víctimas de esta situación.

Puso los pelos de punta a los asistentes por la elección de la música y también por ver a varias mujeres con caretas blancas, pero sobre todo a la protagonista de la performance. Una víctima de la trata y la prostitución con necesidades económicas y que, engañada, entra en un mundo en el que es sometida por su proxeneta.

El engaño quedó perfectamente expresado cuando un hombre tira a la chica, con necesidades, un bolso, que ella coge y con la que el hombre la atrapa con una cuerda marrón de la que ella no puede escapar. Finalmente lo consigue y lanza un mensaje: ‘Las personas no somos mercancía. ‘No compres prostitución’. Y es que la mercancía de la prostitución son mujeres y niñas explotadas y engañadas.

Desde ‘Médicos del Mundo’ reivindicaron su postura abolicionista para acabar con la explotación sexual y la prostitución, cuestionando el papel y la responsabilidad ciudadana para eliminar esta forma de violencia de género.