Los bomberos del servicio municipal de Toledo rescataron el mediodía de ayer a un joven de 13 años de edad  de la cornisa del Museo de Santa Cruz, a unos 10 metros de altura. Concretamente, en la esquina de la calle de la Concepción, que da a la plaza de las Concepcionistas, lugar donde se encontraba.

El menor bajó al saliente, que se encuentra a una distancia de dos metros de la barandilla del edificio y unos 8 del suelo. Según testigos presenciales, una vez allí trató volver a subir pero no pudo y en su intentona desprendió una piedra del muro que cayó sobre el parabrisas trasero de uno de los vehículos que estaba estacionado, un Citroen C5 de color gris.

El chico reside en una de las viviendas tuteladas que tiene la Junta de Comunidades en la capital regional, de la que había salido con permiso de su tutora por la mañana con normalidad.

Fue ella quien llamó a la Policía Nacional al ver que el menor no regresaba a mediodía a las dependencias. La misma hora a la que los bomberos del Ayuntamiento de Toledo recibieron un aviso ciudadano que les alertaba de la presencia de un joven en la cornisa lateral del Museo de Santa Cruz. Una dotación del Parque municipal llegó al lugar de los hechos con celeridad, pasadas las 14,40 horas, para realizar el rescate.

Primero, uno de los bomberos bajó a la zona en la que se encontraba el menor, realizó su anclaje y también el del joven, y procedió con ayuda del resto de efectivos a bajarle con tranquilidad para que no hubiera ningún problema ni producir daños. Una intervención que apenas duró diez minutos. Decenas de toledanos y visitantes que pasaban por allí contemplaron la escena.

La Policía Nacional, la Policía Local y los servicios sanitarios de emergencias también se desplazaron al lugar de los hechos. En este último caso no fue necesaria su intervención, ya que el pequeño se encontraba en perfectas condiciones, aunque algo aturdido, y sólo presentaba algunos rasguños en las manos al intentar  subir por el muro y no conseguirlo.