Marañón: «Merecería esta medalla quien volviese a poner en marcha la excavación de la Vega Baja»

adm / toledo
-

Entrevista a Gregorio Marañón, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes

¿Qué le supone, a estas alturas, la concesión de la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes?

Ante todo, es un reconocimiento a la excelente labor de dos equipos profesionales, que es a quienes se debe el éxito que ha supuesto la conmemoración del Greco, por un lado, y el posicionamiento del Teatro Real como una de las principales instituciones culturales españolas. También supone el reconocimiento de las Administraciones Públicas a quienes, desde la sociedad civil, colaboramos desinteresadamente, bien sea desde la gestión o el patrocinio, para hacer posibles algunos de los principales proyectos culturales.

Tendrá especial significación para usted -dada su trayectoria de los últimos años- el formar parte de una edición de medallas tan estrechamente relacionada con el mundo de la música, con presencia de figuras como la soprano Ainhoa Arteta o el barítono Leo Nucci...

La coincidencia en las medallas de este año de esos dos grandes artistas líricos, del gran musicólogo Emilio Casares y del presidente del Teatro Real, supone un reconocimiento de la relevancia que la ópera tiene en la vida cultural de nuestra sociedad.

Por otra parte, en 2015 se han cumplido veinte años desde la concesión de este galardón a la Real Fundación de Toledo, que usted presidió. ¿Qué recuerdos tiene de aquel momento? Si tuviera que hacer un balance de la labor de esta institución, en pocas palabras, ¿cuál sería?

La Real Fundación de Toledo, desde su independencia, ha servido y continúa sirviendo ejemplarmente a la causa de Toledo, que es la causa de todos sus ciudadanos, y, muy particularmente, a la defensa del patrimonio. Sus numerosos logros y la importancia de algunos de los mismos justifican el prestigio y el arraigo que ha logrado. Por citar solamente tres de ellos, la creación del Consorcio, el salvamento de la Vega Baja y el Año del Greco, son tres acontecimientos muy importantes para Toledo en los que la participación de la Real Fundación ha sido decisiva.

Otra de las personas reconocidas con la medalla en esta ocasión ha sido Cristina Iglesias, que en 2014 dejó huella en Toledo con la instalación de su triple proyecto escultórico. ¿Refuerza la concesión de esta medalla, sumada a su larga lista de reconocimientos internacionales que ella posee, la importancia del proyecto ‘Tres Aguas’?

He hablado con Cristina Iglesias después de conocer ambos la concesión de nuestras medallas, y los dos considerábamos que, en gran medida, estaban motivadas por lo que ha supuesto la conmemoración del Greco  y la instalación de sus obras.

No son muchos los toledanos -o las personas estrechamente relacionadas con Toledo- que han recibido esta medalla (como Mary Carrillo o Rafael Canogar). Desde su punto de vista, aunque sea decisión del Consejo de Ministros, ¿qué toledano o institución toledana cree que la merecería en futuras ediciones?

Son varias las personas e instituciones que lo merecerían, y quizás la Real Fundación pudiera plantearse el sugerir al Ministerio algunas candidaturas, pero ojalá entre ellas pudiéramos incluir a la institución que de nuevo ponga en marcha las investigaciones arqueológicas en la Vega Baja, tal como recientemente ha propuesto el presidente Emiliano García-Page.

¿Qué retos estratégicos, en materia de Bellas Artes o de Patrimonio, cree que debería perseguir la Real Fundación en este año que ahora comienza?

Estoy seguro de que Juan Ignacio de Mesa y Paloma Acuña, que contarán siempre con mi ilusionada colaboración, pueden responder con más fundamento que yo a esta pregunta.