El mal tiempo no impidió en la tarde de ayer que la Asociación de Mujeres ‘María de Padilla’ llevara a cabo la concentración que tenía prevista en la Plaza de Zocodover con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. El colectivo ha incidido en la conmemoración de este 2014 en las víctimas invisibles, en los niños, niñas y adolescentes que viven en casa un caso de violencia de género. Así lo aseguraron durante la lectura de un manifiesto en el que indicaron que en España hay 800.000 menores que viven maltratos en sus casas, de ellos alrededor de 200.000 son hijos e hijas de madres con orden de alejamiento. Sin embargo, solo un cuatro por ciento recibe ayuda psicológica especializada.
Ante este dato, ‘María de Padilla’ solicitó a las administraciones públicas que promuevan la protección a estos menores y la formación especializada de algunos profesionales como policías y jueces puesto que se trata de «un problema del conjunto de la sociedad». Los paraguas fueron los grandes aliados de una tarde de reivindicación y en memoria de las personas que han perdido la vida a manos de sus parejas, un dato que en este año ya asciende a 45.
El colectivo, que estuvo arropado por alrededor de un centenar de personas, demandó a los partidos políticos que incluyan en su ideario medidas concretas para luchar contra esta lacra y otras encaminadas hacia su prevención. Durante el acto, la asociación leyó una carta en la que han plasmado los sentimientos de un menor cuando se convierte precisamente en víctima invisible. «Son gargantes ahogadas que gritan en silencio, voces que no se escuchan y se pierden entre las sombras del miedo».
Como explicó la presidenta de ‘María de Padilla’, Carmen Fernández, Castilla-La Mancha no cuenta con los psicólogos suficientes para atender a los menores. «No los ven con la periodicidad que hace falta, tendrían que atenderles todas las semanas y, en cambio, los ven cada tres o cinco meses». Por ello, alzaron la voz pidiendo una atención continuada y también para concienciar a las víctimas de la importancia de denunciar al agresor. «Ahora lo primero que se plantean es dar de comer a sus hijos y por ello, con motivo de la crisis, no se separan».
En este sentido, consideró que son necesarias «más ayudas» para las víctimas después de que la red social que había para apoyarlas «se haya roto». «Es lo primero que necesitan para sentirse arropadas», insistió, a lo que añadió que la cifra de víctimas se mantiene «no porque haya menos casos sino porque los casos se denuncian menos».
‘María de Padilla’ insistió en la educación en igualdad y denunció el crecimiento de casos entre adolescentes. «Las chicas creen que el amor tiene que doler y que tiene que acompañarse de celos».