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La polémica por las subvenciones municipales a las asociaciones de vecinos llegó ayer a la Junta de Distrito Norte. El presidente de La Voz del Barrio, Guillermo Escolante, pidió al concejal de Participación, Antonio Guijarro, que la asistencia a las juntas de distrito sea un criterio a la hora de calcular esta ayuda.

Escolante se mostró enfadado por las críticas de algunas asociaciones, que han pedido más dinero a través de los medios, critican a los demás y no acuden a las juntas de distrito. Recordó que al movimiento vecinal le costó mucho tener un reglamento de Participación «para que alguien no venga, y llame mejor a sus amigos para que les hagan obras. Eso sí, después pone el cazo por la subvención». Además, también criticó a aquellas asociaciones creadas para beneficiar a los negocios de los presidentes «y sus hoteles».

José Rodríguez Barrasa entiende en cierta forma esta queja. Pero también advierte que Azumel con novecientos euros de subvención ha tenido que despedir a dos monitores. Aún debe cinco mil euros de la reforma de su sede. A su juicio, hay que ayudar a las entidades que está creciendo. Criticó la subvención a la Federación.

El concejal Antonio Guijarro recordó que los criterios para decidir el dinero son el número de habitantes en los barrios, las actividades y la participación de las asociaciones. Pero reiteró su ofrecimiento a la Federación vecinal a que los propios vecinos cambien estos criterios.