El Atlético de Madrid perdió en su visita al estadio Benito Villamarín, donde el debut de Álvaro Morata en las filas colchoneras no respondió a las expectativas generadas ante un Real Betis sin brillo en el juego, pero que se llevó la victoria gracias a un penalti transformado por Sergio Canales, el mejor de los locales, que enloqueció a las gradas sevillanas.

Con este tropiezo, los pupilos de Diego Pablo Simeone desaprovecharon el empate del Barcelona en la víspera (2-2 en el Camp Nou con el Valencia) y se quedaron en la segunda plaza de la Liga con 44 puntos, a seis de los culés. Por su parte, los verdiblancos no mostraron la brillantez con la que accedieron a las semifinales en la Copa del Rey, aunque con el triunfo se pusieron sextos en la tabla y se permiten soñar con Europa.

Ningún disparo a puerta, ese fue el bagaje de los de Simeone tras los primeros 45 minutos. Era la historia de casi siempre, aguantando bien ordenados atrás para exprimir alguna oportunidad clara de peligro arriba. Pero ni el debutante Morata pudo motivar al francés Antoine Griezmann, cuyo empeño esta vez no fue suficiente para resolver los problemas. 

El cuadro local, por su parte, llevó el peso del encuentro, pero la falta de puntería y la buena actuación de Oblak evitaron que se moviera el marcador.

Dio un paso adelante el bloque visitante tras el paso por vestuarios. Y así llegó un posible penalti sobre Morata, que el árbitro no concedió. Sí pitó una pena máxima en el área contraria por unas inocentes manos de Filipe Luis. No perdonó Canales y puso el 1-0 que, a la postre, sería definitiva, pese a las ocasiones rojiblancas.