La Vuelta Ciclista a España volvió a Talavera para la salida de la novena etapa. Desde luego, la expectación fue máxima como quedó demostrado con los miles de talaveranos que se echaron a la calle para ver de cerca a los ídolos del deporte de la bicicleta antes de que partieran hacia la meta de la jornada, La Covatilla.
Los ciclistas estuvieron acompañados en todo momento en los kilómetros que transcurrieron en la ciudad y la comarca. Por supuesto, la multitud se concentró en la calle Gregorio de los Ríos, donde estaba ubicada la salida, pero también durante todo el recorrido neutralizado por la avenida de Extremadura, Juan Carlos I, Francisco Aguirre y la carretera de Cervera. El término de Segurilla acogió también el paso de los ciclistas, con la salida lanzada en dirección a Montesclaros, en una CM-4132 donde el pelotón recibió también el aplauso de los aficionados.
Pero la Vuelta Ciclista a España es mucho más que una competición; por supuesto, los corredores son los protagonistas porque para eso se baten el cobre en la carretera, pero precisa de una infraestructura espectacular y de una organización con un engranaje perfecto.
Así se pudo comprobar ayer en Talavera que se llenó de stands multicolores de las distintas firmas que patrocinan la ronda nacional y cuyos vehículos son los primeros en partir con animadores repartiendo objetos promocionales de sus respectivas marcas.
Sin duda, uno de los grandes momentos culminantes, además de la salida, es el control de firmas, que permite conocer a los corredores más cerca, aunque en sus caras se percibe la tensión ante la inminente etapa del día, pero siempre prestos a responder a las preguntas del ‘speaker’ oficial de la Vuelta, Juan Mari Guajardo.
Y llega el momento de colocarse en la zona de salida. Todos en su sitio, las autoridades, los responsables de la Vuelta y los ciclistas, excepto uno: Alejandro Valverde, quien llegó el último al pelotón, protagonizando la anécdota de la salida.
El protocolo de cada etapa hay cumplirlo e incluye el corte de una cinta con la bandera de España y, en este caso, también con la de Castilla-La Mancha y el nombre de Talavera de la Reina. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, hizo los honores, junto al alcalde, Jaime Ramos, la consejera de Fomento, Agustina García Élez, el director de Juventud y Deporte de la Junta, Juan Ramón Amores, y el director general de la Vuelta a España, Javier Guillén. Después toca emprender la marcha y hasta la próxima.