Francisco de Manuel, cogido en Fuensalida

Dominguín
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Tarde triunfal y de sangre en Fuensalida. Carlos Aranda y Rafael González, se repartieron ocho orejas de un buen encierro de Fuentespino. Francisco de Manuel, sufrió una cornada en la zona perianal, que fue atendida en la enfermería móvil de la plaza

Francisco de Manuel, quedó casi inédito en Fuensalida. Recibo de valor y gusto con la capa y tercio de banderillas muy animado que gusto el respetable, pero tras el comienzo entregado, en un pase de pecho, el animal se quedo por debajo, alzó al novillero y lo zarandeó en varias ocasiones, hasta que en el suelo tuvo la mala fortuna que el pitón derecho del utrero le hiriese. Fue trasladado con premura al quirófano móvil instalado en el coso, donde el equipo médico, exploró y valoró el alcance de la cornada. Tenía una herida en la región perianal, con trayectoria ascendente hacia la zona pararrectal izquierda. Se procedió al lavado y drenaje de la herida, siendo trasladado al Hospital Virgen de la Salud, para que se valorara. Fue posteriormente intervenido y confirmado que no tiene afectación rectal ni en esfínteres.

Los espadas que acabaron el festejo, tuvieron la dulzura y nobleza de los utreros que pusieron en sus manos las embestidas para realizar el buen toreo.

Carlos Aranda, recibió de manera precavida al primero, hasta que consiguió meterle en el canasto. El burraco se fue entregando en su capa hasta situarlo bajo el equino, que apenar le pico. El novillo, justo de fuerzas en principio se fue confiando y cuando le metió en su muleta, se entrego hasta el final. Aranda lo toreó con gusto y cadencia, en tandas largas y buenos pases de pecho de remate. Tras enterrar el acero, logró dos orejas del palco, tras una brumadora petición del respetable. Tubo que acabar el ciudadrealeño con el novillo que hirió a Francisco de Manuel, por lo que corrió turno y lidió a su segundo animal en quinto lugar. Buen recibo capotero, hasta que llegó al desastroso y accidentado tercio de varas. Luego Aranda fue sobando con suavidad al utrero de Fuentespino, hasta que sus embestidas fueron a más por ambos pitones. Efectismos en el último tramo de faena y estocada en todo lo alto que le volvió a valer el doble trofeo.
Rafael González, dejó en Fuensalida una gratísima impresión, demostrando que sus triunfos en Madrid no son por casualidad. Recibió a su primero con variedad y arrojo, levantando un gran apoyo en los asistentes, que hacían subir la temperatura de sus manos. Llevó al caballo el novillo con gusto plasticidad, tras lo cual le hizo un quite de frente por lopecinas de perfecta ejecución. Nos sorprendió a todos al coger los palos adornados con la bandera nacional y poner dos pares de poder a poder y un tercero al quiebro por dentro de mucho riesgo.  González que vio la calidad del novillo, lo fue toreando con templanza y mano baja con la diestra, hasta abandonarse en sus trazos y sus remates. Por naturales se emborrachó de buen toreo y conecto con las gradas que estaban entregadas al novillero sin condición. Final del trasteo de ajuste y riesgo y espata hasta los gavilanes en el segundo encuentro, lo que le permitió obtener los dos apéndices del de Fuentespino. Luego por la herida de su compañero, se hizo cargo de una de sus reses, por lo que tuvo que estoquear dos más. El cuarto del festejo, no fue tan fácil como sus compañeros de camada, pero tuvo delante el aplomo y la facilidad de Rafael González que tiro de oficio y realizo una faena correcta finalizada con un ramillete de manoletinas arriesgadas. Una Oreja más al esportón del novillero, que todavía tenía por delante el sexto del festejo. Otra vez comenzó con garbo con la capa, variada de nuevo ante un utrero muy cuajado y serio. El animal con las fuerzas justas, tuve enfrente a un espada cuajado y sabedor de cada lídia, y aquí lo volvió a demostrar, mato de estocada entera, algo baja que le valió para cortar la cuarta oreja de su cuenta particular.