El Gelovisión Ciudad de Toledo FSsigue sin estrenar su casillero de victorias después tropezar de nuevo en el Javier Lozano Cid, esta vez frente a otro recién ascendido como el Colmenar Viejo. El cuadro de Diego Garrido fue víctima de sus propios errores y, aunque quiso después enmendarlos, no fue posible frente a un rival que ya hizo valer la ventaja obtenida.

Hay que decir que no fue una buena primera parte la que jugó el equipo de la Ciudad Imperial. Alos naranjas les faltó ritmo y movilidad, además de una intensidad defensiva que les hubiera permitido mantener la portería a cero con el paso del tiempo. Sin embargo, el cuadro madrileño se puso por delante en el marcador después de aprovechar una pérdida de los toledanos.

Con el 0-1, los intentos locales se quedaron en agua de borrajas y, para colmo, el Colmenar Viejo volvió a ver portería después de otra pérdida clara y un deficiente repliegue de los chicos de Diego Garrido. Así las cosas, el encuentro se presentó con un 0-2 que no esperaban los de casa, sobre todo porque se esperaba dar la talla frente a un equipo que en teoría va a estar luchando por los mismos objetivos, la permanencia en la categoría de bronce del fútbol sala nacional.

La realidad es que todo continuó y el Gelovisión Ciudad de Toledo FS volvió a meterse en el encuentro gracias a un golazo de Iván Parro. El canterano redujo distancias con un lanzamiento lejano. Ya lo había intentado antes en varias ocasiones la escuadra naranja, pero pudo esta vez conectar con las mallas. El Colmenar Viejo estaba muy cerrado y era imposible penetrar en la red tejida por los madrileños, así que este recurso le acabó dando a los de Diego Garrido el premio del gol.

Sin embargo, duró bastante poco la alegría porque poco después llegó el 1-3. Encima, lo hizo en forma de gol psicológico justo antes del descanso en otro balón al segundo palo que los naranjas no supieron defender con orden. Así las cosas, había que trabajar bastante para corregir cosas e intentarlo en la segunda parte.

Y la realidad es que después del descanso, el conjunto capitalino cambió la cara, al menos tiró de orgullo y mostró más agresividad en los anteriores veinte minutos, en los que faltó la intensidad necesaria que en este deporte te da puntos.

De esta manera, defensivamente el equipo naranja estuvo mucho mejor y lo cierto es que consiguió recuperar más balones, lo que impidió al Colmenar Viejo estar tan cómodo como antes. La posesión del balón la monopolizó el Gelovisión Ciudad de Toledo, que ahora sí tuvo el control absoluto del juego. En cualquier caso, las ocasiones no acabaron de llegar con claridad. Y, cuando aparecieron, los naranjas no acertaron para batir al guardameta contrario. De haber entrado una, el escenario hubiera sido completamente diferente de cara a los últimos minutos del partido.

No era el día, y en dos transiciones más de los madrileños, llegaron el cuarto y el quinto del Colmenar Viejo. El rival consiguió rentabilizar mucho sus oportunidad frente a un Ciudad de Toledo que, en su caso, no tuvo el día de cara a portería y ya no pudo remontar a pesar de intentarlo. Con el portero-jugador se hizo el 2-5, pero ya no hubo tiempo para más.