La colegiación como plataforma de reconocimiento

C.M
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Los alumnos y alumnas de las Facultades de Educación Social y profesionales de la Educación Social realizaron un flashmob para visibilizar un trabajo «fundamental»

El baile y la música fueron los auténticos protagonistas en una mañana que, en Zocodover, se vistió de celebración en el Día Internacional de la Educación Social. Y lo hizo al ritmo de quienes llevan a gala pertenecer a una profesión comprometida con la transformación social y la plena consecución de los derechos humanos y sociales fundamentales.

Bajo esta concepción profesional, el colectivo quiso reivindicarse de la mejor manera posible citando a educadores, estudiantes y beneficiarios de esta labor en torno a fiesta diversa alejada de la percepción de los que consideran «aburrido» este oficio. Fue Javier Mateo el que evidenció esta premisa al abrir una celebración por él participada por ser concejal de Servicios Sociales y miembro del Colegio Oficial de Educadoras y Educadores Sociales de Castilla-La Mancha (Cesclm).

Tras esta carta de presentación, el portavoz de Ganemos en el Ayuntamiento aprovechó para reclamar «con alegría» -tal y como se hizo en el flashmob de la coreografía preparada por Ángel Fernández Bleda sobre el tema ‘Girasoles’ de Rozalén- el «reconocimiento profesional» de un trabajo que «es fundamental tanto para el desarrollo de los servicios sociales de las administraciones como para el de las entidades» competentes en este ámbito de acción.

De ahí que fuera explícito a la hora de instar -«los solicito, pido e incluso ruego»- a los presentes a colegiarse porque este órgano «es una herramienta fundamental y una plataforma de trabajo en la que reivindicar» una profesión que requiere «de voluntad y de formación universitaria». Trámite, este último, por fin conseguido tras años de lucha.

Y puesto que el papel de los educadores «es fundamental en la construcción de una sociedad justa e igualitaria», Javier Mateo reiteró la importancia de visibilizar el trabajo que educadores y educadoras realizan en el país, labor que debe contar tanto con «el colegio profesional como con las administraciones».

En este sentido, recordó que el Ayuntamiento de Toledo aprobó en su reunión ordinaria de Junta de Gobierno de la pasada semana, «la creación de cuatro plazas de Educador Social en su Relación de Puestos de Trabajo», y su cobertura mediante un proceso de promoción interna, quedando a amortizar las plazas de educador familiar que promocionasen.

Sin duda, apreció el edil, esta medida supone un compromiso del Consistorio por garantizar la adecuada clasificación profesional, correspondiente al desempeño de funciones propias de la Educación Social.

Con lo que se evita el intrusismo profesional y  la precarización  de las condiciones laborales. Este compromiso, tal y como recoge el propio Colegio, ha sido manifestado por el equipo de Gobierno municipal  «en las ocasiones en las que ha habido contacto», siendo refrendado con la aprobación -por unanimidad- del Pleno municipal a la moción de apoyo a la Ley de regularización profesional del Educador Social en el año 2017.