Por si fuera poca la alarma social creada por la liberación de varias decenas de condenados por terrorismo, violación o asesinato tras la derogación de la Doctrina Parot, unos cuantos inconscientes o desaprensivos están resueltos a incrementarla injustificadamente difundiendo rumores qué sitúan a estos sujetos en diferentes lugares. Un ejemplo de esto lo ofrece Ocaña, cuya población se ha visto alarmada en los últimos días por la reiterada difusión en las redes sociales de mensajes que afirman que se ha quedado en la villa Pedro Antonio Seco, más conocido como ‘El Seco’ o el ‘asesino de Villarrobledo’. De haberse dado así, Seco se habría quedado voluntariamente en la misma población en cuya cárcel estuvo recluido. Lo cierto es que ni la Guardia Civil ni el Ayuntamiento tienen constancia de que haya fijado su residencia en el municipio.
Hay que recordar que Seco estuvo encarcelado desde los inicios de la década de los 90 y fue condenado a 90 años de prisión por tres asesinatos. Ya en 2010 fue excarcelado, pero un recurso de familiares de sus víctimas y la aplicación de la Doctrina Parot determinó su vuelta a la prisión con la previsión de que no recuperara la libertad hasta 2023. Sin embargo, la anulación de la norma judicial por el Tribunal de Estrasburgo hizo que, finalmente, saliera de la prisión de Ocaña II el pasado 14 de noviembre. «Se montó en un coche, y no hemos sabido más», rememora la alcaldesa ocañense, Remedios Gordo.
Sin embargo, en los últimos días redes sociales como Twitter o Facebook y sistemas de comunicación móvil como WhatsApp se han visto saturadas de mensajes que sitúan a Seco en Ocaña. La falta de fundamento de esta ‘bola de nieve’, se refleja también en el hecho de que lo confunden con otro criminal. Sirva de ejemplo uno de los tuit difundido: «Te comunico algo muy serio se encuentra x (por) Ocaña el violador del chandal. Es Pedro Antonio Seco. Salió de Ocaña II el 14/11/13». Aquí se mezcla la identidad de ‘El Seco’ con otro peligroso delincuente, Manuel González González, conocido como ‘El violador del chándal’ o ‘El loco del chándal’. Fue condenado a 169 años de cárcel por violar a 16 mujeres, a una de las cuales mató, hace unos 20 años. También el fin de la Doctrina Parot lo ha dejado libre. Precisamente ayer, se supo en donde se ha establecido, en la localidad barcelonesa de Martorell.
El resultado, por ejemplo, es que la alcaldesa recibió el pasado sábado hasta 136 avisos de WhatsApp de vecinos preocupados por la veracidad de este fenómeno, que aprovecha la viralidad de las redes para multiplicar su difusión. La alcaldes admite que tuvo que esforzarse para deshacer un entuerto adobado con el uso oportunista de fotos antiguas de los criminales conseguidas en Internet. El fenómeno sigue circulando situando a ‘El Seco-violador’ en otras poblaciones españolas, como la madrileña Parla.
Llamamiento a la tranquilidad. Si parece claro que ‘El loco del chandal’ no está en Ocaña, en el caso de ‘El Seco’, fuentes de la Guardia Civil afirman no tener constancia de que se haya establecido en la localidad. Y en el Ayuntamiento, no se tiene conocimiento de que resida en el municipio o haya iniciado su empadronamiento, un trámite necesario para apuntarse a la oficina de empleo y cobrar su subsidio de excarcelación. «Yo estoy esperando que alguien me mande un foto de este señor paseando por la calle Lope de Vega, o tomándose una cerveza en un bar, o yendo a comprar al mercadillo», explica Gordo.
La alcaldesa de Ocaña reconoce que no se puede impedir a un condenado que resida donde quiera cuando queda libre. Y aclara que esto lo dice desde el deber que tiene de respetar la ley, no por gusto. «Soy hija de guardia civil, y rechazo el fin de la Doctrina Parot como la que más», afirma. Sin embargo, hace un llamamiento a la tranquilidad en una villa que, precisamente por la mayor presencia de la Guardia Civil gracias a sus establecimientos carcelarios, cuenta con un plus de seguridad superior al de otros municipios. «Estamos asistiendo a una difusión de bulos que no hacen más que perjudicar la seguridad y la tranquilidad del pueblo, creando una incertidumbre que no es necesaria. Ocaña es segura», avisa la alcaldesa.