La Junta se negó a derrumbar lo construido y hacer uno nuevo como sugirió algún técnico

Luis J. Gómez
-

Mucho se ha dicho del nuevo Hospital de Toledo, pero ayer hubo una nueva confesión de todo el proceso de reformulación del proyecto. A última hora de la tarde, en la Comisión de Presupuestos de las Cortes, el gerente del Sescam, Luis Carretero, dejó caer que desde el Gobierno regional se tuvieron que negar a derrumbar lo ya construido y convencer a los técnicos que defendían esa opción. El gerente reconoció que esa alternativa estuvo sobre la mesa, la de tirar lo hecho y construir de nuevo un hospital más adaptado a lo que necesitaba la ciudad. Explicó que desde la Junta se defendió que era mejor aprovechar lo que ya estaba construido, que para algo había sido pagado con dinero público. De hecho, por ahí se ha encaminado la nueva formulación. De hecho, en la comisión presupuestaria para 2012, Carretero ya avanzó que el nuevo modelo del Hospital de Toledo iría por la colaboración con una empresa privada, que ayudaría a construirlo a cambio de conseguir la concesión de servicios no sanitarios. «A veces se nos ha ido la mano de hacer hospitales nuevos y en éste se nos había ido mucho la mano», reconoció Carretero, «a lo mejor si no hubiera habido crisis se habría acabado, pero había sido un error». Y es que recordó que no sólo cuesta construir un Hospital, sino también mantenerlo. En la Comisión el portavoz socialista, Fernando Mora, se quejó de la «demagogia» que se hace con este tema. «Los azulejos portugueses importan un pito, se quitan y ya están», apuntó.