«Cuesta abandonar el tópico del Greco como pintor santo»

A. de Mingo
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El historiador del arte José Riello explicó en el Museo del Greco la pervivencia de clichés sobre el pintor que vienen manteniéndose desde su redescubrimiento a comienzos del siglo XX

«Cuesta abandonar el tópico del Greco como pintor santo» - Foto: Víctor Ballesteros

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«Muchos autores que contribuyeron a la recuperación del Greco a comienzos del siglo XX, entre ellos Maurice Barrès y el propio Gregorio Marañón, eran recalcitrantemente católicos y conservadores, aunque pretendidamente modernos en su concepción de la literatura y el arte». ¿Cómo se traduce esto en la interpretación que cientos de historiadores han realizado de Domenikos Theotokopoulos a lo largo de más de cien años? Según el historiador del arte José Riello (Madrid, 1979), que pronunció en el Museo del Greco la conferencia ‘El Greco de ayer, el Greco de hoy’, fueron estos pioneros quienes hicieron del artista «una suerte de pintor místico e intensamente espiritual, una figura que en realidad es el resultado de proyectar sus propias obsesiones».

A las puertas del cuarto centenario de la muerte del Greco, Riello opina que los historiadores del arte deberían extremar sus líneas de investigación y análisis para no recorrer estos lugares comunes. «Ojalá las aproximaciones que surjan en publicaciones y congresos maticen los tópicos del pintor santo y del pintor loco». Un ejemplo: en la multitud de anotaciones que Domenikos Theotokopoulos realizó en dos de los libros de su biblioteca, una edición de las Vidas de Giorgio Vasari y el no menos célebre tratado de arquitectura de Vitruvio, «no hay ni una sola palabra sobre pintura religiosa, por mucho que ésta sea considerada su gran temática, y eso que la religión interesó muchísimo a los tratadistas de la segunda mitad del siglo XVI, sobre todo a raíz delConcilio de Trento».

Hablando de la biblioteca del artista, «¿qué hay en ella que permita sostener la imagen de un heterodoxo?». En realidad, «todos sus libros forman parte de lo normal si hablamos de un pintor culto de la época. Se trata de una biblioteca superior en calidad a la media, sí, pero dentro de lo que cabría esperar en un creador con sólidos intereses especulativos. O un pintor filósofo».

Frente a las especulaciones que a día de hoy continúan presentes incluso entre los propios especialistas, Riello reivindica un análisis de la actividad de Domenikos Theotokopoulos «en términos de puro reto artístico». En otras palabras, «hace falta recuperar al Greco pintor, al creador que se enfrentó a los problemas pictóricos del lienzo, a sus representaciones tridimensionales, a la concepción de las figuras...».

El conferenciante. Doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense, José Riello es en la actualidad profesor asociado del Departamento de Historia y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid.

Ha sido miembro de varios proyectos de investigación relacionados con la literatura artística española y extranjera de los siglos XVI y XVII, y entre sus publicaciones se pueden destacar dos líneas de estudio: la literatura artística italiana, en particular la relacionada con la imagen de Roma antigua y moderna, que ha culminado con la publicación del libro Las Antigüedades de Roma de Andrea Palladio (2008); y la literatura artística española, en la que destaca su edición crítica del manuscrito que Lázaro Díaz del Valle escribió entre 1656 y 1662, íntimamente relacionado con Diego Velázquez y el papel que desempeñó en el devenir de la historia de la pintura, así como con la conciencia histórica del propio artista y con los sistemas de propaganda característicos de la cultura barroca.