El historiador Carlos Vizuete, profesor de la Facultad de Humanidades de Toledo, reconoció en la iglesia de Santo Tomé -en donde ayer se reanudó el ciclo de conferencias ‘Ánima Pictórica. Acerca del Greco espiritual’, organizado por la Vicaría Episcopal de Cultura delArzobispado de Toledo- las dificultades que entrañan las conclusiones ‘ad hoc’ a la hora de pronunciar una conferencia. Por mucho que los organizadores se empeñen en encontrar encaje a un Greco pío y de trato fluido con la Iglesia toledana -en este caso a través de pretenderle una supuesta relación con las órdenes religiosas de la ciudad-, «lo cierto es que ni siquiera el encargo de Santo Domingo el Antiguo, que el pintor realizó nada más llegar aquí, fue formalizado con la comunidad de religiosas, sino con el deán de la Catedral». De hecho, continuó el historiador, cuando le fue propuesto este tema por la coordinadora del ciclo de conferencias, Pilar Gordillo, al hilo de que «el Greco tendría que haber mantenido una relación estrecha con las órdenes religiosas al haber pintado tantos frailes», Carlos Vizuete se vio obligado a responder: «¿Y...?».

El veterano conferenciante no cayó en la tentación de interpretar un Greco a medida y optó finalmente por ofrecer a los asistentes un recorrido histórico por las comunidades religiosas durante la etapa toledana del pintor, es decir, entre los años 1577 y 1614. Vizuete habló sobre la reforma teresiana, sobre los trinitarios descalzos de San Juan Bautista de la Concepción y los recoletos agustinos (especialmente sobre la figura de Alonso de Orozco). El ponente, que tuvo palabras de apoyo para el historiador del arte Fernando Llamazares, compañero de docencia en la Facultad de Humanidades, lamentó las imprecisiones en las que a menudo incurren los propios historiadores a la hora de abordar el estudio de las órdenes religiosas y puso como ejemplo la complejidad que plantea el análisis de las clarisas (urbanistas, coletinas, anunciadas, capuchinas, reformadas y descalzas) entre los siglos XIII y XVII. Por último, se refirió al trinitario fray Hortensio Félix Paravicino, amigo personal del Greco, a quien este retrató en una célebre pintura.

La charla, presentada en Santo Tomé por el párroco de la iglesia, Gerardo Ortega, y por el vicario episcopal para la Cultura, César García Magán -quien insistió en que la intención de este ciclo de conferencias sobre el Greco, «sin ánimo de polemizar con nadie, es no obviar ni olvidar la perspectiva religiosa del Greco»-, fue la tercera de un ciclo que comenzó en la Sacristía de la Catedral el pasado mes de febrero y que se desarrollará a lo largo de todo el año a excepción de los meses de verano.

La próxima conferencia tendrá lugar el 28 de mayo a cargo del obispo auxiliar Fernández Collado.