El cirujano Pedro Cavadas operó hace varios meses de la columna y la pelvis a Wilmer Arias, un joven de Guatemala que quedó tetrapléjico a los nueve años por una bala perdida y que, según el propio médico, estaba «partido en dos».

El paciente ahora se recupera «sin dolor» y se mostró esperanzado y con muchos planes de futuro durante la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en el Hospital de Manises  en Valencia, donde ambas partes explicaron los detalles de la intervención. «Es una historia bonita y por eso la contamos, porque cirugías complejas hacemos todos los días», destacó Cavadas, quien precisó que Wilmer, sigue siendo tetrapléjico, «pero puede sentarse y retomar su vida». 

Arias explicó que recibió el impacto de una bala perdida en el cuello en 1999 mientas jugaba en una calle de Guatemala cuando tenía nueve años. Estuvo dos meses y medio en coma, y como consecuencia, le salieron varías úlceras  por todo el cuerpo, la más grave, en la zona del sacro. Tras el balazo, se encontró desnutrido y con neumonía, aunque la Fundación Pequeños Hermanos le ayudó a retomar su vida y a proseguir sus estudios, los cuales se vio obligado a abandonar en 2015.