Urbanismo trabaja ya en la modificación del POM para el último tramo de la Ronda

L. G. C. / Talavera
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La concejala del área explicó que el nuevo trazado del vial que resta para completar la Circunvalación requerirá una reforma del Plan de Ordenación que se alargará en el tiempo

El Ayuntamiento de Talavera trabaja ya en la modificación del Plan de Ordenación Municipal para acoger el nuevo trazado del último tramo aún sin construir de la Ronda del Tajo. Este ramal es el único que falta para completar la Circunvalación de Talavera, después de la apertura de la Variante Suroeste hace ahora tres semanas y para que ésta termine uniéndose con la Ronda, abierta en 2011.

Esta modificación del Plan de Ordenación Municipal responde al nuevo recorrido que adoptará este tramo, diferente al ideado por el anterior Gobierno regional y que no pudo llevarse a cabo tras encontrarse la Junta problemas de expropiación con la empresa Viguetas Segovia. Así, el que será el sexto tramo de la Ronda tendrá 1,3 kilómetros de largo y se construirá por delante del Barrio de Santa María. La elección de este itinerario, según indicó a este diario la concejala de Urbanismo, María Rodríguez, se basa en diferentes condiciones a tener en cuenta como la acometida a las dos rotondas existentes -a cada lado del vial-, las necesidad de unos tramos rectos con determinadas velocidades de circulación o los radios de giros de las curvas.

El nexo de unión entre la Ronda del Tajo y la Variante Suroeste supondrá una circunvalación continua a diferencia del anterior tramo que finalmente no se realizó. Éste contaba con una longitud de 700 metros, no conectaba directamente con la Variante sino que se unía con la N-502, y volvía a meter el tráfico pesado en la ciudad, lo que el actual equipo de Gobierno y técnicos regionales consideraban «volver atrás» en la infraestructura.

Este cambio en el urbanismo ya aprobado de la ciudad, obligará a modificar el Plan con el que conseguir dar un sentido definitivo a ambas infraestructuras: bordear Talavera sin necesidad de atravesarla, especialmente para los vehículos pesados, y mejorar el tráfico rodado en el interior de la ciudad.

Para ello, para introducir el cambio de trazado en el POM, es necesario un cambio que requiere de tramitación administrativa y burocrática que supondrá un mayor retraso en el tiempo. Así, explicó la delegada deUrbanismo, es obligatoria su aprobación inicial enPleno, el periodo de alegaciones y la aprobación definitiva «y todo ello -añadió- con concertación interadministrativa necesaria en planeamiento general».

Rodríguez explica que ya se ha realizado mucho trabajo previo, como la aprobación en Junta de Gobierno del nuevo trazado elegido o las reuniones mantenidas con la empresa que se encarga de la asistencia técnica, quien ha presentado un documento de inicio para el estudio de alternativas para decidir si la evaluación ambiental es necesaria o no. Este documento se ha trasladado igualmente a las diferentes administraciones para que emitan sus correspondientes informes.

La dificultad y la mayor duración en el tiempo radica en un cambio que aunque es tan sólo de un tramo de algo más de un kilómetro, supone cambiar todo elPlan de Ordenación. En este sentido, no sólo depende de la mayor o menor agilidad que puede dar el Ayuntamiento, sino que todo se centrará en la emisión de informes sectoriales de otras administraciones implicadas en este cambio, como la Confederación Hidrográfica del Tajo o la dirección general de Carreteras.

Solución. Aunque se alargue en el tiempo, la resolución de trámites y la ejecución final de este tramo supondrá la finalización definitiva de la Circunvalación, es decir, la unión real de la Ronda del Tajo y su puente atirantado, que comienza junto a la rotonda del Hospital y finaliza poco antes del Barrio de Santa María- y la Variante que comienza en la rotonda recientemente creada en la carretera N-502 o de Alcaudete y la A-5, abierta al tráfico hace apenas tres semanas.