Familiares de una anciana residente en Illescas, C.C.G., de 75 años, han denunciado la deficiente atención que se le ha prestado en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo tras haber sufrido un posible ictus la semana pasada. A través de una queja presentada al servicio de atención al paciente del Sescam, han reflejado una sucesión de diagnósticos confusos y falta de cuidados que achacan a la escasez de personal y de medios disponibles en el centro sanitario para el cuidado de su familiar. Entre otras cosas, reprochan la avería de dos escáneres disponibles en el centro, necesarios para determinar exactamente el tipo de incidente cerebral sufrido por la anciana, que continúa ingresada. La Dirección Médica del centro investigará los hechos narrados en esta queja, según confirman fuentes hospitalarias.
Un hijo de la mujer, Félix Romero, explica que esta hospitalización se iniciaba en la noche del pasado lunes 16, después de sufrir un episodio isquémico en la residencia de mayores Virgen de la Caridad de Illescas. «La paciente ingresa en Urgencias en estado comatoso, con un cuadro añadido de infección de orina y fuerte deshidratación», explican en la queja. La afectada ya sufrió en el pasado un infarto cerebral.
Ya sobre las tres de la madrugada del martes 17, una médico solicita a los familiares la autorización para devolver a la paciente a la residencia, dada la «irreversibilidad del caso», sin haber realizado ninguna prueba radiológica. Estos se oponen, logrando que se le haga un TAC. Esta prueba, según la doctora no ofrece signos de accidente isquémico, optándose por dejar a la paciente en observación durante 24 horas.
Sobre las 12 del mediodía, al iniciarse el horario de visitas en urgencias, los familiares vuelven a la habitación de la paciente y la hallan inconsciente. Tras reclamar asistencia facultativa, otra médico les atiende «transmitiéndoles el hecho (nunca citado con anterioridad), de que la paciente se encuentra en fase terminal, estimando su esperanza de vida en un máximo de 24 horas». La doctora también les comunica» que el informe médico de que dispone diagnostica un accidente cerebrovascular», en clara contradicción con lo que les dijo la primera facultativa.
Sin embargo, sobre las seis de la tarde «la paciente vuelve a recuperar la consciencia, ante el asombro del personal médico», manteniendo capacidad de relacionarse y reconocer su entorno. Pese a esta mejora, continúa la confusión entre el personal médico sobre el estado de la mujer. El miércoles 18, un tercer médico que visita a la anciana asegura a sus familiares que «a la vista del TAC, no hay evidencias de Ictus», sorprendiendo con una enésima contradicción.
A partir de ahí el estado de la mujer se fue agravando hasta sufrir episodios de graves dolores el domingo 22. Denuncian que, pese a ser reclamado, durante el fin de semana no se presentó el médico de guardia para atender a la mujer. Es el lunes 23 cuando un doctor les confiesa que «las fiestas y fines de semana están organizadas con médicos de guardia a todas luces insuficientes para el número de pacientes que tienen asignados». Este médico también les reconoce la avería de los dos escáneres del centro, necesarios para determinar el estado exacto de la anciana.
El Sescam investigará el contenido de la queja.
Fuentes hospitalarias confirmaban la recepción por el Sescam de la queja presentada por la familia de la anciana. A partir de ahí, anunciaban que la Dirección Médica de Hospital comprobará los hechos relatados contactando tanto con los familiares de la paciente como con los distintos profesionales que han intervenido en este tratamiento. El propósito de esta gestión será el de esclarecer todo lo ocurrido en torno a esta hospitalización.
Queja de la familia de la paciente (acceder aquí)