El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, manifestó ayer que prevé que la recuperación económica y la creación de empleo continuará en el próximo año, aunque a ritmos «quizás más atenuados» que los que se han conseguido en este ejercicio, y alerta del impacto que la coyuntura europea puede tener en la recuperación española. 

Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso para presentar las cuentas de 2015, el gobernador destacó que la economía «afianzó su dinamismo» en los últimos meses, una tendencia que debería «prolongarse en lo que resta de año», según los datos más recientes, si bien «a un ritmo más pausado». 

De este modo, la tasa de variación interanual del PIB se aproximará al 2% en el último trimestre de 2014, por lo que «no parece algo exagerado pensar que esa tendencia se va a mantener» y que alcance, también  de media, el 2% el próximo año. Linde constató que el ritmo de crecimiento del empleo hasta junio «superó las previsiones», y aseguró que las proyecciones a futuro «apuntan a la prolongación de creación de puestos de trabajo y de reducción gradual de la tasa de paro, si bien a ritmos quizá más atenuados». 

 

DEBILIDAD DE LA DEMANDA. A esto se suma, avanzó Linde, la baja inflación y la «debilidad» de la demanda, que hacen que «los peligros de una evolución en negativa de las expectativas de inflación se hayan ido haciendo más patentes, aumentando los riesgos para la recuperación». «Con todo, esperamos que a finales de año la tasa de inflación pueda retornar a valores muy bajos, pero positivos».

En cuanto al crédito, Linde reconoció que «sigue en fase de contracción, en paralelo con el desendeudamiento del sector privado», si bien a su juicio este proceso está «siendo compatible con una recomposición de los flujos de crédito hacia las empresas con mejores perspectivas de exportación». 

«La economía española está en una fase de recuperación, lo que significa no solo más actividad sino un avance en la corrección de los grandes desequilibrios acumulados durante la fase anterior de expansión de déficit público, desempleo y deuda privada».

Ante las dudas generalizadas de la oposición sobre la credibilidad de las previsiones para 2015, el gobernador repitió que el cuadro le parece «creíble» y «defendible», al igual que a la Autoridad de Responsabilidad Fiscal Independiente. 

 Y es que las previsiones del Banco de España «no están alejadas» de las que hace el Gobierno, ni en materia de demanda interna ni externa. Y aunque hay algunos datos, como el de aportación del exterior, son «inferiores a los diagnosticados inicialmente», el gobernador recordó que hay circunstancias que pueden «no repetirse», como «la fuerte demanda embalsada de bienes de equipo». 

En cualquier caso, y aunque «las perspectivas de la economía española son más favorables» que las que Linde apuntó hace un año ante la misma comisión, ayer si admitió que el escenario actual «no está exento de riesgos» y que existen «incertidumbres serias» relacionadas con la evolución de las economías europeas, factor que se tendrá en cuenta para actualizar las previsiones de 2015 el próximo mes de diciembre. «Porque es evidente que en este momento España es el niño bueno de la clase, pero la clase también tiene que ir bien porque, si no, el niño bueno puede torcerse. España necesita que Europa vaya bien y es cierto que ahí hay un riesgo porque las grandes economías europeas han ido hacia una situación muy plana que nos afecta, subrayó.