Será este lunes por la mañana en las instalaciones del Museo del Prado de Madrid. ‘El Expolio’ de Doménikos Theotokópoulos, El Greco, recupera su luz de origen después de tres meses de restauración y limpieza llevada a cabo por el profesional de la conservación Rafael Alonso, natural de Bargas y Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales otorgado por el Ministerio de Cultura en 2010.

La presentación del minucioso trabajo de restauración estará a cargo del responsable de la intervención, que además de trabajar en ‘El Expolio’, ha tenido el privilegio de restaurar más de ochenta pinturas del cretense, como ‘El caballero de la mano en el pecho’, ‘La Inmaculada Oballe’ o ‘Vista de Toledo’.

Como apuntaba el presidente de la Fundación El Greco 2014 en la presentación de la programación oficial el pasado mes de septiembre, Gregorio Marañón, la limpieza de la obra «nos hace descubrir de nuevo la inmensa modernidad y el atrevimiento, la inmensa calidad artística que tiene este cuadro». Y es que ‘El Expolio’ es para los estudiosos de su obra el lienzo cumbre de El Greco y el máximo exponente de su pintura. La obra regresará en los próximos días al lugar para el que fue concebida y que abandonaba rumbo a el Museo del Prado el pasado 11 de julio, la sacristía de la Catedral Primada de Toledo.

Con motivo de las exposiciones en torno a la vida y obra del cretense previstas para 2014, la Fundación El Greco se ha embarcado en otras restauraciones, como ‘La coronación de la Virgen’ del Real Monasterio de Guadalupe, en Cáceres; ‘La adoración de los pastores’, del Colegio del Patriarca de Valencia, y ‘La Crucifixión’, de una colección privada de Sevilla.

pintura fundamental. ‘El Expolio’ no es solamente una de las pinturas más importantes de la producción de Doménikos Theotokópoulos -realizada durante sus primeros años de estancia en Toledo-, sino una de las representaciones más importantes del arte universal. Sin duda, el icono más reconocible del importante legado artístico de la Catedral toledana. Fue realizado entre 1577 y 1579 y se conserva en su fuente primaria, pues -pese a la evolución estética de la Sacristía, incluido el retablo neoclásico de Ignacio Haan y MarianoSalvatierra en el cual se alojó la pintura más de dos siglos después, en los primeros años del XIX- fue concebido precisamente para este espacio del templo.

La pintura destaca fundamentalmente por el acentuado cromatismo de la túnica de Cristo -un intenso rojo heredado de la formación veneciana de su autor- y por la agresiva composición de todo el conjunto, además de por su infrecuente iconografía. Motivó, además, el primero de los pleitos que El Greco mantuvo en España, pues el Cabildo de la Catedral pretendía pagar el cuadro muy por debajo del precio pedido por el pintor aduciendo problemas con su iconografía. Concretamente, se alegaban como errores las cabezas que sobrepasaban la figura de Cristo y la presencia de las tres Marías en el ángulo inferior izquierdo.

‘El Expolio’ de la Catedral toledana no es la única versión que se conserva de este tema. Especialistas en el estudio del Greco como Harold Wethey han llegado a localizar una veintena de pinturas, una de las cuales, de dimensiones mucho más reducidas que la de la Catedral, se conserva en Orgaz.

Precisamente a través de la página web Villa de Orgaz (www.villadeorgaz.es/orgaz-patrimonio-religioso-museo-expolio.htm) es posible conocer en profundidad los diferentes ‘Expolios’ realizados por el Greco en su taller, así como conocer, con bibliografía actualizada, todos los detalles sobre esta inmortal pintura.