Se trata de una reflexión -presentada como trabajo final para el Máster de Dirección de Ficción Audiovisual de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla- sobre cómo cada individuo construye su imaginario cultural a través de diferentes percepciones emocionales, incluidos los recuerdos infantiles. Ibáñez se vale de la obra del Greco -el retrato del Caballero de la mano en el pecho y los personajes del Entierro del conde de Orgaz- y de la pintura El Almuerzo en la hierba, de Édouard Manet (Museo d'Orsay de París), ambas representaciones muy vanguardistas para su época, para conducir al espectador hasta la llegada del hombre a la Luna en 1969. Este trabajo plantea un proceso creativo que el director y guionista de este cortometraje, discípulo de Luis Montes, formado en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, y posteriormente en la Universidad de Sevilla, comenzó con tres años de edad. Un viaje, según sus propias palabras, cuyo proceso de aprendizaje se mantiene vivo.