La mejoría en el mercado laboral no repercute en las mujeres

Álvaro de la Paz
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La recuperación económica beneficia principalmente a los hombres: ellas tienen una tasa mayor de paro, menor ocupación y firman ás contratos a tiempo parcial

El equilibrio poblacional entre hombres y mujeres en el conjunto de habitantes de la provincia se rompe en el mercado de trabajo. La proporción de afiliados a la Seguridad Social es mayor entre los hombres, también ellos rubrican el grueso de los nuevos contratos. La tasa de paro, sin embargo, es más alta entre las mujeres. Ellas no perciben la clara mejoría experimentada en el ámbito laboral desde 2013. Mientras que los varones tienen un porcentaje de ocupados y desempleados similar al de 2008, año que marca el inicio de la crisis económica, la recuperación profesional de la mujer se muestra mucho más lenta. La creación de empleo en los últimos cinco ejercicios ha repercutido con diferentes velocidades en función del sexo del trabajador. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social desgrana estos datos en su Informe del Mercado de Trabajo de Toledo de 2018, en el que analiza el comportamiento laboral de la provincia durante el año anterior.

Aunque el paso del tiempo ha ido diluyendo la diferencia de población entre hombres y mujeres, aún favorable a ellos, pero en menor medida que hace una década, la relación entre ambos en las categorías de ocupados y parados muestra el alejamiento de la mujer respecto al hombre en ambos capítulo. Además, el acusado descenso en el número de hombres en la provincia (-15.000 en cinco años) habría afectado más a ellos, dado que muchos de ellos eran inmigrantes del sector de la construcción (un perfil mayoritariamente masculino). Así, y pese a la reducción de la brecha poblacional en favor de la mujer, la diferencia en la ocupación se ha hecho aún más grande. La resaca de la crisis la siguen sufriendo, mayoritariamente, las mujeres.

Ellos son las principales demandantes de jornadas a tiempo parcial. El dato supone un perjuicio importante para la equiparación salarial y de oportunidades de mejora dentro de organizaciones y empresas. Tanto en los contratos con caducidad como en aquellos indefinidos son las mujeres las que asumen el grueso de medias jornadas. También son las más afectadas por la temporalidad. Más del 43% de los contratos firmados por mujeres son a tiempo parcial frente al 22,5% de los hombres.

Sin embargo, las diferencias entre ambos sexos tienden a diluirse conforme aumenta el nivel de estudios de la trabajadora. Cuando la mujer tiene, al menos, una titulación de bachillerato las diferencias se reducen, llegando a ser incluso favorables a ellas si gozan de un título universitario. En la clasificación de graduados con estudios de secundaria o inferiores, los hombres tienen mayor facilidad para insertarse en el mercado laboral, pero este gap tiende a reducirse cuando media una graduación más elevada, como las formaciones profesionales de grado superior o las carreras universitarias.

Los hombres tienen, según el informe del Ministerio, «una mejor posición en el mercado laboral dado que tienen mayor peso en la población activa». Ellos suponen más del 57% de los miembros de la comunidad laboral. El dato de ocupados es aún mayor (casi el 61%). También resultan más agraciados los varones en las estadísticas de parados (son algo más del 45% del total de desempleados de Toledo) y en la tasa de inactivos (en torno al 40% del conjunto).

La brecha en la contratación sigue siendo importante, aunque el año 2017, respecto a 2016, muestra una leve mejora. En el último curso del que se tienen datos, el porcentaje de contratadas rozó el 40%, frente al 38,8% del ejercicio anterior. En la región, la parte femenina es aún más escuálida (38,7% en 2017), mientras que la media del conjunto de España sigue quedando lejana (43,9%).

ocupación y edad. «Es generalizada la mayor proporción de hombres en casi todas las actividades económicas, exceptuando las sanitarias, las relacionadas con la educación y las del sector administrativo», explica el Ministerio a través de su informe.

El descenso del paro registrado desde 2013 ha repercutido en todos los tramos de edad, «aunque cabe destacar que el descenso del paro masculino ha sido mayor que el femenino en todos los tramos de edad».

El paro femenino es también más elevado en «las actividades de los hogares, sanitarias, educación, otros servicios y hostelería», detalla el estudio gubernamental. En el sector industria, sólo la actividad manufacturera tiene mayoría femenina en las listas de demandantes de empleo.