La Mancomunidad de la Vía Verde de la Jara se está impacientando por la tardanza en la revisión del túnel más largo del recorrido, que sufrió desprendimientos a finales del año pasado. Tres meses después del incidente, el presidente de la agrupación de municipios, Emilio Gamino, sigue a la espera de que la administradora de infraestructuras ferroviarias ADIF envíe un técnico para la supervisión de los daños, aparentemente leves. Desde entonces, este tramo ubicado a la altura del kilómetro 30 está cerrado para los viandantes y ciclistas.

La Vía Verde de la Jara se prepara para la época más alta de turistas con el túnel más largo cerrado al tráfico. Más de 700 metros interrumpidos por el desprendimiento que ha obligado a trazar una alternativa para sortear esta infraestructura, la más espectacular del trazado junto con el viaducto sobre el río Huso. Por ello, el presidente de la mancomunidad ha insistido al jefe de patrimonio de Castilla-La Mancha de ADIF para que un técnico se encargue de la revisión. Hasta el momento, habían confiado en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles la gestión de los contactos para realizar esta supervisión.

Gamino considera que ADIF se debe hacer cargo de esta supervisión porque los terrenos de la Vía Verde de la Jara son propiedad de la administradora. «Son los que mejores condiciones tienen para echarnos una mano. Si no nos la echan, no sabemos a quién acudir», sostiene el regidor municipal, quien agradeció las gestiones de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. A este respecto, subrayó que debe ser un técnico muy especializado quien examine esta larga infraestructura. «No es el tejado de una vivienda», dice el también alcalde de Campillo de la Jara, quien cree que se demora «demasiado» la revisión, tras un desprendimiento que se produjo a finales del pasado mes de diciembre.

«La mancomunidad no tiene medios técnicos para solucionar el inconveniente. Parecía una cosa rápida, pero se va demorando», apunta el responsable del colectivo de municipios.

El túnel número nueve del itinerario de la Vía Verde de la Jara es, con diferencia, el más largo de las 18 infraestructuras que se encuentran a lo largo del recorrido por la comarca de la provincia. En este sentido, por detrás figuran el número cuatro, el cinco y el 13, que rondan los 250 metros de longitud cada uno. Como no hay luz artificial en ninguno, la infraestructura afectada por los desprendimientos obliga a los ciclistas o viandantes a ir con linternas o totalmente a oscuras debido a sus dimensiones.

La Vía Verde de la Jara discurre por las inmediaciones de un grupo de municipios de esta comarca del sur de la provincia: Calera y Chozas; Aldeanueva de Barbarroya; La Nava de Ricomalillo; El Campillo de la Jara; Sevilleja de la Jara; Puerto de San Vicente, y La Estrella.

Las construcciones se levantaron en los años 50 y su propósito era enlazar mediante un trazado ferroviario Talavera y la localidad pacense de Villanueva de la Serena. Sin embargo, nunca se terminó el plan de expansión de las líneas de tren gestado en el año 1926, a pesar de la notable inversión en las infraestructuras.