Exhibición sobre el barro

J. Mario Loeches
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Miguel Ángel Torrecilla se adjudica con autoridad el XXXI Cross de Quintanar. Carla de Tena hizo una carrera similar en chicas

Exhibición sobre el barro - Foto: Yolanda Redondo

Miguel Ángel Torrecilla se exhibió en el embarrado circuito Alto Losar y se adjudicó la trigésimo primera edición del Cross de Quintanar de la Orden. El atleta conquense afincado en Albacete lideró la carrera desde el comienzo y nunca encontró rival durante los 8.900 metros del trazado. Con el firme totalmente mojado por las intensas lluvias de la noche del sábado y la mañana de ayer, la carrera sénior masculina fue una de las agraciadas con la tregua del aguacero, que hasta las 13:00 horas regó al resto de categorías.

De todos modos, fue una mañana de puro cross para resucitar un evento que en 2011 tuvo que suspenderse por falta de financiación. En esta ocasión, la mala climatología mermó la participación y varios clubes de Levante y de la provincia de Ciudad Real no pudieron desplazarse hasta tierras toledanas. Aún así, se rozó el millar de atletas, con una notable presencia de corredores cadetes, que saltaron al barro justo antes de los absolutos.

Las lluvias provocaron un retraso de unos diez minutos en el desarrollo de las pruebas. Sin embargo, con puntualidad suiza, a las 14:00 horas se dio el pistoletazo de salida a los sénior masculinos. Miguel Ángel Torrecilla comandó la prueba desde el inicio y en la primera vuelta ya se despegó de sus inmediatos perseguidores, entre los que se encontraba Juan José Gualo. El valdepeñero fue perdiendo contacto poco a poco con la cabeza de carrera y, por detrás, comenzó la supervivencia por acabar en el tercer puesto del podio.

- Foto: Yolanda Redondo Y es que, Torrecilla no titubeó en ningún momento. En 2010 fue tercer español tras Alberto García y Penti y la espinita clavada de querer inscribir su nombre en este cross le envalentonó. Ni los charcos ni el resbaladizo terreno del circuito quintanareño le impidieron marcar un tiempo de 28 minutos y 28 segundos en la línea de meta. Al cruzar, brazos en alto y símbolo de una victoria muy perseguida por el de San Clemente. Con 28:55 finalizó la prueba Juan José Gualo (Valdepeñas), mientras que Jaime González Manzano, de la AD Marathon, se adjudicó el tercer lugar con 30:12 por delante de Salvador Rodríguez (Cuevas de Nerja) y Álvaro Garrido (AD Marathon).

A la finalización, el integrante del CD Aranda reconoció que «es un cross que me encanta, es espectacular y bonito, con agua y barro». Para el conquense, se trata de «uno de los mejores de Castilla-La Mancha». Al preguntarle por la facilidad con la que se embolsó el triunfo, indicó que «estamos entrenando como animales con 180 kilómetros a la semana y para ganar hay que estar preparado». Torrecilla reconoció también que «ha sido salir como un toro y terminar como un león porque este deporte es dureza y fuerza». Y al exponerle las malas condiciones, dijo que «el cross es naturaleza pura y dura; espero venir muchos años y repetir triunfo porque estoy encantado de estar aquí». De recuerdo se llevó su peso en vino, queso manchego y chocolate.

Por lo demás, a las 12:30 horas se dio la salida a la carrera sénior femenina. Las chicas no tuvieron tanta fortuna y no pudieron sortear la lluvia. Sin embargo, los 6.000 metros que tuvieron que completaron fueron liderados siempre por Carla de Tena. La atleta del Torrent se plantó al final con un crono de 24 minutos y 47 segundos y hubo que esperar casi dos minutos para ver por la meta a la segunda clasificada, Irene de la Torre, del Club Atletismo Toledo, con 26:39. Completó la imagen con los trofeos Tania Roldán, del Club Atletismo Inmaculada Concepción (28:28). María Rosa Villahermosa y Rosalía Bellón fueron cuarta y quinta respectivamente.

Pero el XXXI Cross Castellano-Manchego fue mucho más que las dos pruebas absolutas. Bajo el aguacero desfilaron cientos de niños que disfrutaron de una experiencia única. Desde pequeños ya saben lo que es un cross de verdad. Alguno terminó bañado en barro pero con la satisfacción de completar una prueba con mucha solera en el calendario nacional. Además, no hubo que lamentar ningún incidente, sólo varias caídas que no tuvieron consecuencias y que fueron perfectamente asistidas por los sanitarios. El viento se llevó por delante alguna valla y hasta el arco hinchable de meta, pero lo importante para los organizadores, el Club Atletismo Manchego, es que Quintanar de la Orden ha recuperado su cita fetiche.